En opinión de Manuel Zepeda Ramos
Gran fiesta de Leo Brouwer
La visión de Gustavo Castro y el enorme talento del compositor universal llevaron de la mano a Bola de Nieve por Xalapa.
Manuel Zepeda Ramos.
Cuántos cientos -quizá miles-, de mexicanos que nacimos en la primera mitad del siglo XX fuimos arrullados por el extraordinario intérprete y pianista popular: Bola de Nieve, tocando y cantando Drume Negrita escrita por Eliseo Grenet, esa conmovedora canción de cuna que se editó por vez primera en México, en aquellos discos de 78 RPM, en pasta negra y dura y que nuestros padres también nos la cantaban, ya en la cama, para caer profundamente dormidos y amanecer al otro día listos para irnos al jardín de niños o a la primaria.
¿Por qué les digo todo esto?
Porque la facultad de Música de la Universidad Veracruzana, en la especialidad de guitarra clásica, cerró su intensa actividad musical desarrollada a lo largo del año con un concierto de tres alumnos del Doctor Gustavo Castro Ortigoza en los niveles de iniciación, técnico y licenciatura quienes tocaron varias piezas de Leo Brouwer, rara vez sucedido en nuestro país -y tal vez también en el extranjero-, con tanta intensidad que los amantes de la guitarra clásica celebramos.
Manuel Valencia Zepeda, abrió el concierto de tres intérpretes.
con 16 años cumplidos recientemente -nació en Xalapa en el 2008-, dotado de un gran dominio del instrumento y gran sensibilidad musical, ya lleva en su haber una final en el festival nacional infantil de Paracho, Michoacán. Sus estudios musicales los inició en Xalapa, en el Instituto de Música y Arte Allemanda, con el Maestro Leonardo Rivera Hernández y, posteriormente, en el ciclo de iniciación musical en la Universidad Veracruzana, con el Doctor Gustavo Castro Ortigoza. Ha tomado clases magistrales con Daniel Olmos, Antonio Laguna, Arody García, Alfredo Amezcua, Davide Giovanni Tommassi y Marco Muso. A la par de su actividad como solista, Manuel también forma parte de la Orquesta de Guitarras de la Universidad Veracruzana, dirigida por el Doctor Alfonso Moreno Luce.
Valencia Zepeda interpretó tres estudios simples de Leo Brouwer -el No.1 Movido; el No. 2 Coral y el No. 3 Rápido-, para concluir su intervención con Un día de Noviembre, por supuesto también de Leo Brouwer, una pieza romántica amplia e intensamente requerida por los guitarristas del Planeta. Antes, había tocado obras de Jonh Dowland (1563-1626): Tarlenton´s Riserrectione y de Fernando Sor (1778-1839): Estudio en Bm, Op. 35 No. 22.
El segundo intérprete en el concierto fue Luis Enrique Hernández Solís, estudiante del nivel técnico de la facultad de Música de la Universidad Veracruzana, alumno del Doctor Gustavo Castro Ortigoza.
Originario de Alvarado, Veracruz, inició sus estudios con el guitarrista Jesús Alberto Ochoa. Posteriormente, ingresó a la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, donde trabajó con los profesores Enrique Salmerón, Ernesto Hernández Lunagómez y Gustavo Castro Ortigoza, con quien cursa el nivel técnico. A la par de su actividad como solista, participa en la Orquesta de Guitarras de la Universidad Veracruzana, bajo la guía del Doctor Alfonso Moreno Luce.
Luis Enrique Hernández Solís, interpretó dos piezas de Leo Brouwer:
Berceuse: Canción de Cuna. que es la obra del genial compositor basada en la pieza de Eliseo Grenet: Drume Negrita, que tanta bulla le hago en este artículo y que Brouwer, con su talento, la ha convertido en una enorme creación para guitarra clásica. He de decir que su ejecución estuvo llena de ternura y de fuerza interpretativa, muy propias del guitarrista. También de Leo Brouwer, Hernández Solís ejecutó la Danza del Altiplano. Antes, tocó el Preludio BWV 999, de Johann Sebastian Bach y el Estudio Op. 60 No.7 de Matteo Carcassi (1792-1853).
Cerró el programa el alumno Luis Zamael Rojas Hoyos, del ciclo de licenciatura.
Como guitarrista y compositor, Luis Zamael explora diferentes géneros, incluyendo la música de concierto, la música antigua y el rock experimental. Inició su formación en la guitarra clásica a los 15 años y ha participado en diferentes conciertos y cursos ofrecidos por instituciones como la Universidad Veracruzana y la escuela Complutense Latinoamericana. Además, tomó clases magistrales con el guitarrista sueco Johannes Moller. Actualmente cursa la Licenciatura en Música en la Universidad Veracruzana, donde ha trabajado con los guitarristas Ernesto Hernández Lunagómez, Roberto Aguirre Guiochín y, actualmente, con Gustavo Castro Ortigoza.
Luis Zamael interpretó en su concierto, de Leo Brouwer, el Decamerón Negro (1927) 1.- El arpa del guerrero; y 2.-Huida de los amantes por el valle de los ecos. Es una obra difícil en su ejecución, pero en las manos de Luis Zamael logra una correcta interpretación. Antes tocó, de John Dowland: Fantasía No.7 y El pianto dell´amante, de Johann Kaspar Mertz (1806-1856).
Si duda alguna, este concierto, de pura esencia Universitaria, da vida enorme a la creatividad y al talento en una Casa de prestigio nacional e internacional como lo tiene la Universidad veracruzana.
¡Que vivan los jóvenes de la Universidad Veracruzana!