Oaxaca

Jaguar prospera en zonas de conservación de Oaxaca

Redacción Oaxaca Político / NVI Noticias.- Aunque el jaguar, el felino más grande de América del Norte, se encuentra aún en peligro de extinción en Oaxaca, debido a la destrucción de su hábitat natural por la ganadera extensiva, la cacería furtiva y la desforestación de los bosques y las selvas, su población ha ido en aumento en los últimos años.

Este carnívoro felino, conocido también como yaguar o yaguareté, ha sido uno de los íconos de las culturas de los pueblos originarios del estado, ante los vestigios encontrados en las zonas arqueológicas de Yagul y Monte Albán, región de Valles Centrales, así como en Los Chimalapas, región del Istmo de Tehuantepec.

De hecho, en Los Chimalapas, el reservorio de biodiversidad más importante de México y Centroamérica, ubicada en el corazón del Istmo de Tehuantepec, con una superficie de 600 mil hectáreas, se refugia la mayor diversidad de mamíferos de México, no solamente como el jaguar, sino también el ocelote, el tigrillo, el mono araña, el mono aullador, el tapir, el jabalí, el pecarí, el venado cola blanca, el temazate, el tepezcuintle, la nutria de río, el viejo de monte, el armadillo y el oso hormiguero.

De acuerdo con el Segundo Censo Nacional del Jaguar 2018, el último que se realizó, México tiene una población aproximada de cuatro mil 800 jaguares en vida silvestre, lo que representa un aumento de 800 individuos de esta especie en relación al 2010.

Esto, obedece a los protocolos de atención al conflicto felino-humano dispuestos por el Programa de Conservación del Jaguar, aplicado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), junto con la sociedad civil, así como por la decisión de las comunidades para destinar voluntariamente áreas a la conservación.

Dentro de estos, aproximadamente 400 ejemplares, entre machos y hembras, se encuentran en bosques y selvas de las regiones del Istmo de Tehuantepec, Costa, Cuenca del Papaloapan, Valles Centrales, así como en las sierras Norte y Sur.

“A pesar de todo, el jaguar tiene una población sana e importante, que ha ido aumentando”, afirmó el director general de Yaguar Xoo, Víctor Rosas Vigil.

El especialista explicó que esa asociación civil ha trabajado con diferentes comunidades, junto con la entonces Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (Semadeso), para la prevención de ataques del felino al ganado y con esto, evitar alguna agresión de los propietarios.

“Debido a la ganadería extensiva, se ha trabajado con varios núcleos agrarios en las diferentes regiones, para colocar anuncios de prevención y de buen manejo del ganado, a fin de mantener a salvo en lo que más se puede a la población de los 400 felinos”, asentó.

Además, subrayó que Yaguar Xoo está trabajando en los comités de vigilancia de la construcción de las supercarreteras a la Costa e Istmo de Tehuantepec, así como del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Semadeso, Conanp, las comunidades y las compañías constructoras, para garantizar los pasos de fauna.

“El progreso, siempre estará ahí. Por eso, es importante, que no se fragmenten los corredores biológicos del jaguar con estas obras,  para que no se pierde la conectividad entre los Chimalapas con la Sierra Norte y Chiapas”, añadió.

Detalló que la ruta del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec prácticamente está toda impactada por las obras de construcción, excepto un tramo de 60 kilómetros, entre La Mata y San Juan Guichicovi.

“Ahí, los pasos de fauna son indispensables para que allá continuidad en ese corredor biológico del Istmo de Tehuantepec”, anotó.

Mencionó que en la supercarreteras al Istmo de Tehuantepec y a la Costa también se necesitan pasos de fauna, especialmente entre Santo Domingo Narro, San Juan Juquila Mixes, y Santiago Lachiguiri, así como entre Los Coatlanes y los Loxichas, respectivamente.

“Son de gran importancia estos pasos, porque permitirá asegurar la variabilidad genética del jaguar y de otras especies”, aseveró.

Destacó que los pasos de fauna necesitan ser verdaderamente estructuras para esa finalidad y no adaptar cruces en drenajes de agua pluvial en esas obras.

“Solamente así habrá conectividad de los corredores biológicos de los mamíferos, como el jaguar, el puma, el tapir y demás, para que puedan tener un cruce tranquilo”, remarcó.

Rosas Vigil dijo que la asociación civil está también en la búsqueda de trabajar con los diputados locales para la promulgación de una ley o norma y con esto, se garantice la apertura de pasos de fauna en las diferentes carreteras de la entidad.

“Hay buenas noticias sobre el número de individuos en Oaxaca. Por eso, esperamos que la amenaza se revierta con todas estas obras que son necesarias”, finalizó.

Áreas destinadas voluntarias a la conservación

“La mayoría de los jaguares se concentran en los Chimalapas, en La Chinantla, región de la Cuenca del Papaloapan, y en la Sierra Norte. Pero, también se tienen registros en la región de la Costa y algunos en los Valles Centrales. En esta última región, la protección de esta especie ha sido importante por la decisión de las comunidades para  decretar áreas destinadas voluntariamente a la conservación en superficies, donde han habido avistamientos del jaguar”: Pavel Palacios Chávez, director de la Conanp en Oaxaca.

Ahora, el tráfico ilegal 

De acuerdo con la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, los principales problemas para la conservación de la especie siguen siendo la cacería furtiva, el cambio de uso del suelo y la destrucción de su hábitat.

Pero, también ahora el tráfico ilegal de sus huesos, pieles, dientes y garras al mercado ilegal en China.

El mercado ilegal de especies en ese país menguó las poblaciones de tigres, leopardos y leones, pero ahora pretende apropiarse de los gatos grandes de América, comenzando por el jaguar.

En los años 20, el primer registro

El registro más antiguo data de 1924, en el distrito de Pochutla y se encuentra depositado en el Museo de Zoología de Vertebrados de la Universidad de California, Berkeley. El segundo se registró en el distrito de Juchitán; el tercero y cuarto, en el distrito de Tehuantepec. Estos últimos tres datan de 1943 y se encuentran depositados en el Museo de Historia Natural de los Estados Unidos, Smithsonian (Goldman, 1943; Goodwin, 1969; Hall, 1981). El quinto registro fue del distrito de Tehuantepec y se publicó en 1995 (Cervantes y Yépes, 1995). 

(Fuente: Distribución actual y potencial del jaguar en Oaxaca, Miguel Briones–Salas, Mario C. Lavariega e Iván Lira–Torres, Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Oaxaca (CIIDIR-IPN).

GPP

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba