¡La CÁRCEL te ESPERA! Los RIESGOS Ocultos de la PRISIÓN PREVENTIVA
La figura de prisión preventiva oficiosa, implementada en México mediante reformas al artículo 19 constitucional, ha generado un intenso debate sobre su impacto en el sistema judicial y en los derechos humanos.
Este mecanismo, que automáticamente envía a prisión a una persona acusada de ciertos delitos sin necesidad de que un juez evalúe las circunstancias específicas del caso, ha sido señalado como una de las violaciones legales más graves a los derechos fundamentales en el país.
Expertos en materia penal han destacado que la prisión preventiva oficiosa no permite al juez analizar el riesgo que representa la persona acusada para la víctima, la sociedad, la investigación o la posibilidad de fuga, elementos que en un sistema garantista deberían ser cuidadosamente valorados antes de privar de libertad a alguien que aún no ha sido declarado culpable.
A pesar de las recomendaciones de organismos internacionales como la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, México ha ampliado constantemente los delitos que ameritan esta medida. Inicialmente concebida para casos de delincuencia organizada, la lista ahora incluye delitos como robo a casa habitación o transporte público, debilitando la intención original de la figura y aumentando el riesgo de abusos.
Consecuencias y riesgos
Según datos oficiales, más del 40% de las personas en prisión en México no tienen una sentencia definitiva, lo que evidencia el uso excesivo de esta medida. Los críticos alertan que esto no solo afecta la vida de los acusados, quienes enfrentan pérdida de empleo, separación familiar y gastos legales, sino que también fomenta la corrupción en las fiscalías.
