En opinión de Gregorio Ortega Molina
La Costumbre del Poder: La autofagia de la 4T eructa a Rosario Piedra Ibarra
* La prueba de que también se equivocan está en las correcciones, en menos de 24 horas, a su propuesta de reforma constitucional violatoria de los más elementales derechos, y nugatoria de la esencia de lo que debe ser un tribunal constitucional, pues de otra forma ¿para qué sirve la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si no es para que los gobernantes dejen de abusar del poder y cumplan con su mandato constitucional? El derecho de amparo no puede ser abolido por un capricho presidencial, similar al escozor causado por las risas de los havardianos. Transitaremos por un gobierno autofágico, y graves serán las consecuencias
Gregorio Ortega Molina
La iracundia con la cual respondió la doctora Sheinbaum Pardo a las risas y sonrisas de los estudiantes de derecho en Harvard, es muestra de lo que espera a los mexicanos los próximos años, porque omitió darse por enterada de que no se burlaron de México ni de los mexicanos, sino de las decisiones tomadas por el gobierno que ella encabeza, para instrumentar -a la trompa talega, por cierto- la reforma al poder judicial federal. Necesaria, sí, pero no para destruirlo.
Como continúa cilindreada por su huésped de Palacio Nacional, tarde se percatará de que su quehacer político es erróneo y causa graves estragos en la -hace mucho perdida- paz social, tan necesaria para reforzar los cimientos de un segundo piso, si es que se desea edificar, porque tal como se conduce y habla, deja la impresión de estar necesitada de construir un sótano.
Se niega a darse cuenta de que cuando es objeto de burla más allá de nuestras fronteras, sólo nos causa pena ajena, porque muchos mexicanos no votamos para tener un gobierno que ventaneara la estulticia de los políticos y propagandistas del poder, sino que anhelamos una transición que, a la postre, satisfaga las carencias que los inscritos en los programas de bienestar continúan arrastrando hace decenios, centurias.
La prueba de que también se equivocan son las correcciones, en menos de 24 horas, a su propuesta de reforma constitucional violatoria de los más elementales derechos, y nugatoria de la esencia de lo que debe ser un tribunal constitucional, pues de otra forma ¿para qué sirve la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si no es para que los gobernantes dejen de abusar del poder y cumplan con su mandato constitucional? El derecho de amparo no puede ser abolido por un capricho presidencial, similar al escozor causado por las risas de los havardianos.
La doctora Sheinbaum Pardo no busca evitar el revés de sus deseos de hacer una Constitución a “su” modo, sino poseer ese dogma papal de la infalibilidad, puesto que ella siempre tiene la razón y la tendrá, incluso por encima de la voluntad y opinión de ese mentor que la condujo a la silla del águila. Transitaremos por un gobierno autofágico, y graves serán las consecuencias.
Quizá debemos congratularnos -como súbditos de un gobierno imperial- del refrendo senatorial a la preclara inteligencia, a la luz que se desprende de la persona de Rosario Piedra Ibarra, pues con renovados bríos permanecerá en la CNDH y asesorada por Raúl Vera y el Centro PRO, para sustituir en la defensa de los derechos de los ciudadanos, a la muy pronto demolida Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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@OrtegaGregorio