En Opinión De...

   En opinión de Ricardo Aguirre Cuellar  
 La infamia del azar  

Por: Ricardo Aguirre Cuellar

Estimado amigo; el Juicio de Amparo es por excelencia el único mecanismo que tiene la persona física o moral para enfrentar los caprichos y las arbitrariedades que una autoridad administrativa o jurisdiccional puede ejercer, para evitar la pérdida de sus derechos humanos e individuales e incluso para recuperarlos o para reponer un procedimiento que siendo conculcatorio produce consecuencias irreparables. 

De ahí, que recurrir al auxilio de la Justicia Federal sea por mucho la mayor actividad que el Poder Judicial Federal desempeña, dentro de muchas otras actividades jurisdiccionales y al que recurren diariamente miles de mexicanos como instancia salvadora ante la afrenta de cualquier autoridad. 

Por lo tanto, es el Juicio de Amparo el escudo que nos protege a las personas de los excesos del poder. 

Sin embargo, con la mal llamada reforma al Poder Judicial y la politización de la judicatura, prácticamente se sepulta la protección de la justicia federal que mediante este juicio se obtiene. 

Y es que siendo los jueces, magistrados y ministros elegidos mediante el voto popular y por supuesto por intereses políticos, difícilmente podrán ser independientes y menos para objetar la actuación de una autoridad, cuando esta se encuentre en franca colisión con los intereses de las personas físicas o morales. 

Pues en el fondo de esta mal llamada reforma, está la voluntad absolutista del poder público en toda su magnitud. 

Pongamos un ejemplo: se va construir una carretera o una vía férrea, que altera las propiedades de muchos individuos y colectividades y estos no están de acuerdo en su construcción ya porque les afecta completamente o ya porque la remuneración económica por indemnización no es adecuada, el procedimiento que tienen al alcance para evitar un daño grave, es solicitar mediante el Juicio de Amparo, la suspensión provisional y definitiva del acto reclamado, que no es otra cosa, la construcción de la carretera o vía ferroviaria con la finalidad de que la autoridad responsable responda o el juez de Amparo le conceda la protección de la Justicia Federal a efecto de que se le reponga en sus derechos impactados. 

Así entonces es como funciona el Juicio de Amparo con jueces independientes y autónomos, que ahora evidentemente ya no resolverán a favor de los quejosos sino a favor de las autoridades. 

Y lo vemos con la construcción del Tren Maya que afectando miles de hectáreas de selva y de reservas naturales y qué colectivos protectores de la naturaleza sintiéndose agraviados por los daños, han recurrido al Juicio de Amparo para detener el daño ambiental causado. 

Y que entre otras cosas provocó la rabia del poderosos y enajenado déspota de López, que para evitar a jueces incómodos presentó la monstruosa mal llamada reforma judicial, con la sobada treta de la corrupción de la judicatura federal, con el solo y único fin de destruir al Poder Judicial y construir uno a modo. 

Demolición que de forma brutal ha iniciado, no para mejorar, sino para vengar la afrenta que un Poder Judicial independiente le propinó al demostrar que en la auténtica división de poderes el Poder Judicial es garante de la Constitución y por ende de los ciudadanos y que como tal se enfrenta a la arrogancia déspota y prepotente de la autoridad ejecutiva. Para impedir el abuso. 

Es por esto y no otra cosa que nace la sed de venganza y el afán destructivo y de paso eliminar la división de poderes.  

Y con ello al final perjudicar a cualquier persona física o moral que no se cuadre a los intereses de la autoritaria casa presidencial. 

Y lo vemos con la facciosa y altanera respuesta del poder tanto ejecutivo como legislativo que se pasaron por el arco de triunfo las suspensiones otorgadas en sendos juicios de Amparo concedidos para evitar que la mal llamada reforma judicial se concretara y se publicará, hasta en tanto la Suprema Corte de Justicia se pronunciará y más porque se afectan los Derechos Humanos de los trabajadores en general del Poder Judicial. 

Y en un hecho inédito fuimos testigos de cómo un diputadete Monreal conmina a los consejeros del INE a desacatar abiertamente las suspensiones. 

Estos hechos no sólo son inéditos y ruines, sino que sepultan precisamente al Juicio de Amparo, pues cualquier autoridad con la mano en la cintura, desacatará un Amparo si no está de acuerdo con su resultado. 

Dejando entonces al mayor instrumento jurídico protector de derechos en la obsolescencia. En la chatarra jurídica. 

Y convierte la justicia en un juego de azar, puesto que mediante un sorteo tombolero se condenó a 785 juzgadores al ignominioso y humillante desempleo, no por ineptos o corruptos, sino por el peor de los pecados de los resentidos y envidiosos, estar capacitados y preparados y tener altos estándares profesionales, que en  este desgobierno es una ofensa para los lambiscones de López. Llenos de odio y frustración. 

El azar y la suerte como fuentes del derecho. Así lo dijo Rosa Isela Rodríguez que cobra como secretaria de gobernación, al sostener que con la tómbola y el azar se protegen los Derechos Humanos de los trabajadores. 

De ese tamaño las estupideces que dicen para apoyar lo absurdo de la destrucción jurisdiccional. 

Así entonces querido amigo en lo sucesivo y una vez que entren los nuevos jueces, pues ya no habrá que estudiar los asuntos y menos proyectar una resolución, pues bastará una moneda para fijar el destino de una persona. Pues se aplicará el nuevo precedente del derecho. El AZAR y la SUERTE. 

Si cae cara le otorgó el amparo, si cae sello o cruz se lo niego o si cae cara le doy la libertad o si no la cárcel. 

Esa será la justicia y por supuesto la otra, la de los influyentes y poderosos políticos y delincuentes. 

Quienes podrán medrar al amparo de la corrupción y donde leguleyos y coyotes harán su agosto. Sabiendo que la justicia se otorga por AZAR o por tráfico de influencias y dinero. 

Pero bien por ellos. 

La venganza está cumplida. Aunque el monstruo nos devore. A todos.

Entre paréntesis; la mal llamada reforma al Poder Judicial garantiza el Estado de Derecho como sostiene Sheinbaum ? 

Pues definitivamente no. Que certeza jurídica de independencia puede mostrar un juez, si sobre él pesa un ente inquisitivo que revisará sus actuaciones? 

Ninguna. 

Y es que el Tribunal de Disciplina Judicial tiene tantas facultades que conculca cualquier libertad e independencia en todo el Poder Judicial. 

Y eso sin contar que los nuevos jueces, magistrados y ministros llegarán por el apoyo de interese creados. Ya políticos o ya económicos o peor aún delictivos. 

Y no. No es una exageración, pero aún suponiendo que lleguen por méritos de campaña, que seguridad tendrán los justiciables que resolverán conforme a derecho y no por presiones políticas. O por intereses de la autoridad? 

Ninguna certeza. 

La independencia no es una ventaja. La independencia es un atributo que permite al juzgador actuar conforme al

marco legal y sin intervención de cualquier poder ya formal o ya fáctico. 

La independencia jurisdiccional es un requisito sine qua non para el fortalecimiento del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas. 

Y por desgracia si de algo adolece la mal llamada reforma judicial. Es precisamente de la independencia y autonomía judicial que la resolución de litigios requiere. 

Una judicatura amordazada o con una espada de damocles pendiendo en sus cabezas jamás será independiente y libre. 

Por lo tanto, si Sheinbaum cree engañar a los inversionistas, se engaña sola. 

Pues el monstruoso galimatías sesudo legal, lo único que genera es desconfianza y temor. 

Y como no, si una inversión extranjera y que era litigiosa como Vulcan Materials, el gobierno de López disfrazó una expropiación mediante la declaración de Área Natural Protegida de la mina Calica, en Quintana Roo, que dicha empresa explotaba y de esa manera dispuso arbitrariamente de todas la instalaciones portuarias y la cantera propiedad de la empresa estadounidense, violentando los acuerdos comerciales y por supuesto el Estado de Derecho. 

Ahora imagínate estimado amigo, que certeza jurídica tendrá la inversión extranjera y nacional, con un poder jurisdiccional a modo? 

Y con un Juicio de Amparo debilitado. 

Ninguna. 

Es lo malo de tratar de razonar con los demagogos y tramposos, pues recurren siempre a esconderse en el pueblo que ellos dicen defender. 

O en la soberanía nacional y en el ramplón y chovinista nacionalismo. 

Lo cierto es que la judicatura nacional no va ser mejor con la mal llamada reforma judicial y si por el contrario será un pesado fardo que ahuyentará la inversión. 

Hechos no palabras. 

Y es que en los hechos la mal llamada reforma jurisdiccional, desfigura la Constitución y por supuesto la institucionalidad, configurando a un país bananero y fallido.  

Sin lugar a dudas. 

PD. La pifia del Consejo de la Judicatura del PJ de entregar las listas de los jueces al senado, es otro recordatorio de la infame reforma. Pues siendo una institución del Poder Judicial Federal, tiro por la borda las suspensiones otorgadas por jueces en Juicios de Amparo, para satisfacer las ambiciones del poderoso. 

Demostrando una vez más, que el Estado de Derecho es una entelequia. Y que lo que vale. Es el poder político y déspota de la casa presidencial y su sucursal palaciega. 

PD2. Y mientras tanto la sangría criminal sigue su curso. 

Y más de mil cien homicidios en tan sólo 14 días de Shiembaum. Y contando. 

Y de risa loca los argumentos de los matraqueros oficiosos que alegan que hay un uso faccioso de las matanzas. 

Ya se les olvidó el muertometro de Calderón y Peña que los Zepeda Patterson y jilgueros orgánicos llevaban. 

Ahora muy indignados. Cínicos. Desvergonzados.

Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político

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