En opinión de Luis Farías Mackey
La noche que nos robaron la Nación
Luis Farías Mackey
Aquella noche se dieron presurosa cita. Dijeron que iban a elegir por “encuesta” una coordinación inexistente por sobre los órganos estatutarios de su partido. Pantomima en la que participaron dos especímenes a cuál más impresentables de otros partidos, amancebados, es cierto, pero ajenos a su vida interna.
Lo curiosos es que como premios de consolación repartieron puestos de elección popular y políticos, cargos en el gobierno y, sin duda, reparto de cuotas de poder y negocio.
¿Por qué en una pseudo elección interna pactar firmados cargos de un gobierno a futuro? ¿Con qué atribuciones y legitimidad podían disponer de los que es decisión ciudadana? Algo, no sólo ajeno a los alcances de un partido, sino y principalmente de una democracia.
Sin embargo, lo hicieron cual pacto de pandilla y bandoleros.
Aquella noche todos, ellos y nosotros nos convertimos en “Juanitos” aupando a una Brugada en huesos.
Pero nadie paró mientes. Al contrario, el aplauso y embeleso de amplias franjas de compatriotas fue digno de las ignominias universales más lamentables.
La narrativa, cual cuento de hadas, fue de un bastón de mando que siendo y significando nada, llenó el espectro de ignorancia política y supina nacional.
No tenemos, pues, derecho a sorprendernos de su majadera petulancia, sus escupitajos a la Constitución, sus orines sobre el Poder Judicial, su prostitución democrática y sus enfermizos rencores y resentimientos. Tampoco de sus mentiras crasas y falsas popularidades y valentías
Aquella noche pactaron a México y nos pactaron, entre ellos y para ellos.
Disfrutemos.