Larga vida a Cinema Nahual…

CINEMA NAHUAL, una carta de amor al cine

Por: Juan José González Mejía

El cine existe porque es una de las posibilidades de que la imaginación pueda ser factible. Por el cine sabemos de vidas y de escenarios que nos son imposibles conocer en persona, porque el cine es – parafraseando a Eliseo Diego – “un testamento” de imágenes, de “tiempo”.

Octavio Paz decía que la poesía es conocimiento. Igualmente, el cine es conocimiento porque nos ofrece – mediante su aliada, la ficción – la verdad de la condición humana para reflexionarla, cuestionarla y perpetuarla en la fragilidad de sus contradicciones.

El cine es la manera humana de la eternidad porque en la pantalla Brandon, Armendáriz, Keaton, Hepburn (Katharine y Audrey) seguirán viviendo en la lozanía de sus edades fílmicas, mientras nosotros (espectadores mortales) cuales anti Dorian Grey, envejeceremos.

El cine vive en el cine, hace de las suyas en la sala del cine aún, pese a que los duendes del streaming han querido despojarlo de las cuatro paredes, porque la naturaleza del cine es que se vea en el cine.Y en Xalapa, una de las casas del cine es Cinema Nahual: útero fílmico, espacio de maravillas, secrecía de solitarios, custodio de Los Lumière.

Entrar en Nahual es permitirse que la magia de Mélies, la sombra de Nosferatu, que el tono de Al Johnson y que Clint Eastwood – con su Colt Navy – te custodien hasta tu butaca seleccionada.

Entrar a Cinema Nahual es entender las palabras de Emilio García riera (“El cine es mejor que la vida”) porque en el cine es posible es el prodigio de la ficción musitando a tu oído, mientras degustas tus palomitas, que allí en Nahaul, frente a la pantalla, eres inmortal.

Cinema Nahual, como las casas construidas amorosamente, se hizo a mano, con parsimonia, con la pasión que otorgan los años dedicados al séptimo arte por su dueño, Rafael López Vásquez quien a la manera de un moderno Cayo Mecenas, impulsa un proyecto de cine alternativo, que busca espectadores que se sientan como en su casa fílmica, donde rían, sueñen, se entremezcan/enternezcan y pertenezcan a la calidez de la experiencia cinematográfica.

Larga vida a Cinema Nahual…

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