Redacción Mx Político.- En el mágico mundo de Disneyland, donde la alegría y la felicidad son moneda corriente, existe un trasfondo de estrictas normas y prácticas que mantienen el encanto del parque. Detrás de cada sonrisa, cada abrazo y cada espectáculo, se encuentran los miembros del reparto, cuyo compromiso con la excelencia es fundamental para crear la experiencia más feliz del mundo.
Conocidos como «miembros del reparto», estos trabajadores reciben una formación meticulosa que abarca desde cómo firmar autógrafos perfectos hasta cómo mantener los disfraces impecables. Sí, incluso la ropa interior debe ser compartida entre ellos.
El parque debe permanecer impecable en todo momento, por lo que los miembros del reparto están constantemente atentos a cualquier cosa que pueda ensuciarlo. Pero deshacerse de la basura es toda una ceremonia: en lugar de agacharse, deben recogerla de la manera más discreta posible.
La comunicación entre los trabajadores también tiene sus propias reglas, con palabras en clave como «código V» para referirse a los incidentes de vómito y «código H» para los desechos de caballos en las calles principales.
Para mantener la magia viva, los miembros del reparto deben mantenerse en personaje en todo momento, incluso cuando están fuera del parque. Walt Disney prefería que se dirigieran a él solo por su nombre, y en su honor, las etiquetas de los empleados reflejan este deseo.
Pero ser un miembro del reparto va más allá de la apariencia y las reglas. También implica un compromiso con la excelencia en el servicio al cliente. Los empleados deben tratar a todos los visitantes, famosos o no, con la misma cortesía y respeto, y nunca deben reírse o ridiculizar a un visitante, por más extraña que sea su pregunta.
En Disneyland, cada detalle importa, desde el largo del cabello hasta el grosor del vello facial. Los estándares de excelencia son altos, pero es este nivel de atención al detalle lo que hace que la magia de Disneyland sea eterna.
