En opinión de Jesús Michel Narváez
Lentitud en la 4t
Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
El próximo domingo 22, se realizará el relevo de los dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
Aunque las palabras presidenciales en favor de su hijo Andy parecieron el derrumbe de Luisa Alcalde, quien desde hace dos meses se destapó para dirigir al partido Caterpillar, todo indica que en la planchaduría hicieron su trabajo y será como nueva dirigente, que no lideresa -no tiene el empaque para serlo- y el segundo vástago irá a la Secretaría General, en donde tendrá reflectores que acelerarán su carrera política rumbo a 2030.
De acuerdo con los comentócratas y expertos en prospectiva política, Andy es la apuesta del huésped temporal de Palacio Nacional para que el continuismo, no la continuidad de su proyecto, se mantenga y sea el heredero, a quien deberá llamarse como el “sucesor de Claudia Sheinbaum que se ganó a pulso la candidatura”.
Será Baby Amlo. Una copia exacta de la relación padre-hijo de Duvalier, quien gobernó Haití por tres décadas y heredó el poder a su hijo, a quien además de colocar el Baby doc, se le conocía por sus francachelas y su nada despreciable obesidad. Se llevó el oro a Francia. Su fortuna estimada en 900 millones de dólares producto de hurto que Estados Unidos enviaba para mejorar la condición de vida de los haitianos.
Si se hurga sin llegar al fondo de la tierra, se encontrarán los desvíos multimillonarios para “culminar las obras emblemáticas” de un gobierno no construyó algunas carreteras, particularmente en Sinaloa, y que abandonó el desarrollo terrestre para impulsar el ferroviario de pasajeros, cuyos costos nunca han sido cubiertos por los usuarios. Según la información internacional, no hay país en el mundo que no subsidie sus ferrocarriles.
De tal suerte que el arribo del vástago “político” a Morena, en donde encontrará resistencias que serán vencidas con las clásicas formas amlistas, garantizaría el “legado” -nefasto- creado por el señor López y que dice no le pertenece a él ni a sus hijos sino “al pueblo de México”.
Hablar de legado, dista mucho de ser una realidad positiva. Los bruscos cambios, aprovechando el poder y abusando de su aplicación violentando Constitución y leyes que de ella emanan, demuestran que no habrá beneficio para millones de personas y, en cambio, los ricos seguirán amasando y fomentando sus fortunas como ocurrió con los 10 hombres más ricos de México.
Como periodista y que tuvo la oportunidad de acudir a unos 15 Gritos de Independencia y a cuando menos 24 informes de gobierno, no encontré referencia de que en algún festejo para conmemorar año tras año la Independencia de México, se haya mencionado un viva al PRI. Tampoco al PAN, el otro partido que alcanzó la Presidencia de la República.
En la prospectiva presidencial está estimada la destrucción de todo aquello que surgió, le guste o no, de la Revolución Mexicana. Partimos del inicio de la etapa de las instituciones y el final de la era de caudillos. El anuncio lo formuló Plutarco Elías Calles en su último informe de gobierno en diciembre de 1928.
Ignorar que los gobiernos de la posrevolución construyeron escuelas, carreteras, ferrocarriles, plantas de energía eléctrica, ampliaron las redes de comunicación hasta llegar a las redes sociales, el internet y los satélites propios.
Aun así, las promesas del primer movimiento social del siglo XX, no se cumplieron como no se han cumplido ahora.
Destruir al Poder Judicial, del que dice el señor López, con la reforma ya no habrá corrupción en “ese poder”, lo que implícitamente abona a suponer que en el Ejecutivo y el Legislativo prevalecerá, lo hará pasar a la historia no como un demócrata sino como un consumado autócrata.
La mal llamada 4t no ha concluido y menos aún ha mostrado que “el cambio de régimen” fortalece la democracia.
En lo personal, lo escribo públicamente, no encuentro una razón para lanzar un viva la cuarta transformación.
¿Usted sí le haya la cuadratura al círculo?
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