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López Obrador quiere un sexenio de 12 años… Y cuidado después / En opinión de Emilio Trinidad

Documental Político

Emilio Trinidad Zaldívar

* Xóchitl Gálvez, cuesta arriba y desentonada

*Sheinbaum sumisa cuida ventaja

*Samuelito, como chango en frutería

Parece que ella (solita) con tantos tumbos y yerros, con titubeos y actitud vacilante, Xóchitl Gálvez va durmiendo poco a poco toda esa esperanza que despertó.

Cuando por el impulso del propio Presidente surgió en solitario como seria aspirante a sucederlo, se convirtió en verdadera posibilidad de cambio, de triunfo, pero su falta de habilidad política, de claridad en su mensaje y conducta, y su desdén para hacerse líder de la oposición y soltar para otros la decisión de quienes la deben acompañar en la campaña por el poder legislativo, ocho gubernaturas y la Ciudad de México, hicieron que su figura se fuera desinflando para hacerse de grande a pequeña de un momento a otro. 

Ella es el personaje a sacrificar mientras los demás (Marko Cortes, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano) se lamen los bigotes porque sin su intervención ellos son quienes deciden quienes van en las listas del Senado y la Cámara de Diputados, encabezando ellos, claro está, la representación en ambos espacios del Poder Legislativo. 

Es cierto que aún no comienzan las campañas, pero también lo es que hoy la distancia frente a Claudia Seheinbaum se ve y se siente mayúscula, cuando va representando a tres partidos con enorme descrédito, sin órden ni cohesión entre quienes se supone la apoyan, y sin los recursos financieros que del lado de Morena sobran de manera burda, escandalosa, cínica y vulgar.

No hay al parecer posibilidades de triunfo para una oposición que es encabezada por una ciudadana atropellada por tres hombres carentes de respeto social y sí rechazo generalizado, con demasiados negativos, particularmente los del presidente del PRI, el muy repudiado Alejandro “Alito” Moreno, que como Zambrano y Cortes, lo que realmente les importa es el poder y el dinero y no un pueblo que los ve pasar de un cargo a otro y en ese paso acumular año con año más fortuna económica.  

Lo mismo pasa del otro lado, donde el poder es real y absoluto, donde una sóla persona toma decisiones, impulsa y apoya, pero también bloquea y castiga. 

López Obrador es el rey de la escena, es quien acomodó en la campaña de Sheinbaum Pardo a quienes él considera deben acompañar a la ex Jefa de Gobierno; ella no tiene voz ni voto propio, la indicación que recibió fue clara: repetir el mismo mensaje, el mismo discurso, polarizar, dividir, confrontar a todos los que no agachan la cabeza y piensan diferente.

Ella está atada a los caprichos del tabasqueño. Es lo que es gracias a él y por eso debe obediencia. Quizás, solo quizás, cuando tenga sobre su pecho cruzada la banda presidencial, podrá tomar decisiones propias, podrá ofrecer una tregua, tender una mano amiga para gobernar para todos, sin distingos, para sumar, no dividir, para ofrecer disculpas por tantos errores, abusos y excesos; para construir un solo México. Sola no podrá hacerlo, y menos si no logran los de Morena y aliados mayoría en el Poder Legislativo. 

Será el 2024 tiempo de reconciliarnos, de lo contrario, seguiremos viviendo en el caos, en la tragedia, en el estancamiento, en el engaño, la mentira, la corrupción, la farsa, los privilegios para unos cuantos, en suma, en la frustración de promesas acumuladas e incumplidas. 

Será su tiempo. Seis años para probar de qué está hecha, para demostrar que tiene inteligencia y talento, sensibilidad, tacto y sentido común, para probar que tiene empatía frente a los marginados, los olvidados, los golpeados por las tragedias, los utilizados a cambio de migajas traducidas en despensas y dinero en efectivo.

Si las cosas siguen como van y por el bien del país, Claudia Sheinbaum Pardo deberá sorprender a todos con un discurso de verdadero nacionalismo, de liderazgo y no pensar, sentir o creer que encarna a la patria.

SAMUEL GARCÍA, UN MUCHACHO TORPE, ARROGANTE Y SUMAMENTE AMBICIOSO 

No hay duda que a muchos que se encuentran en la cumbre del poder, les gusta tirarse por un precipicio para caer en un pantano con tal de incrementar sus ofensivas fortunas.

Es el caso del gobernador de Nuevo León, Samuel García, que teniendo todo para triunfar y para construir un futuro respetable y sólido, decidió jugar el juego perverso de Andrés Manuel López Obrador para dinamitar la campaña de la inexperta e inocente candidata de la mezcla de lo imposible: leones y hienas, tigres y cervatillos, Xóchitl Gálvez.

Este muchacho caguengue decidió tirar por la borda su capital político para ir a una aventura que lo único que le va a aportar es el repudio generalizado de la población a la que juró gobernaría hasta el final, sin distraerse en otros horizontes y ambiciones. 

Fue incongruente y contradictorio en su proceder, pero los millones de pesos que le ofrecieron desde Palacio Nacional para hacerle el caldo gordo a Sheinbaum Pardo bien valían la pena para tirarse al vacío y despepitar en contra de la senadora hidalguense.

Arropado por falsas voces que le dicen que es un gigante de la política, al arrogante gobernador le brotó la inexperiencia y la insensatez y regresó al palacio de gobierno (para librar otra batalla con el interino) dejando claro que lo luyo no es el interés de su pueblo sino cómo congraciarse con la dupla López-Sheinbaum, porque para saber gobernar y ganarse el respeto y el aplauso de los regios le falta mucho. 

Lo malo es que este mozalbete cree que hizo la hazaña de “despertar conciencias” imaginando que en el 2030 todos caerán rendidos a sus pies para alzarlo como Presidente, sin darse cuenta que lo único que logró fue probar que ser títere le queda bien.

APUNTES FINALES…

Crece el rumor de que el impoluto Presidente, el casto y puro, el honorable y honesto, de total autoridad moral, (dime de qué presumes y te diré de qué careces) entregó de manera directa bolsas de basura llenas de millones de pesos a Claudia Sheinbaum, durante su reciente visita a Palacio Nacional, a donde acudió para pedir línea, para conocer instrucciones, para no olvidar que habrá maximato y que deberá seguir al pie de la letra todo cuanto al tabasqueño se le ocurra ordenar hoy y cuando se encuentre en la finca “La Chingada”. Es sabido que a López Obrador le gusta manejar sobres amarillos retacados de efectivo para según él no dejar huella, pero la reciente entrega de billetes a su candidata de mano propia, fue para recordarle quien manda por aquello de que se quiera salir del huacal antes de tiempo… Movimiento Ciudadano fichó a un buen elemento para buscar llevarlo a San Lázaro por el Primer Distrito de Cuernavaca, Morelos. Se trata de Cesáreo Carvajal Guajardo, con 44 años de experiencia en instituciones de seguridad pública y administración de justicia en el gobierno federal, estatal y municipal. Fue secretario de Seguridad Pública en los gobiernos de San Luis Potosí y Morelos. Es egresado de la Academia del FBI en Quantico, Virginia, Estados Unidos. Cesareo también participa en política, asesorando a diversos servidores públicos del Poder Legislativo y de los tres niveles de gobierno. Sería un buen representante de Morelos en la Cámara de Diputados… 

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