En opinión de Luis Farías Mackey
Los descastados
Luis Farías Mackey
Hoy más que nunca la vieja conseja de Reyes Heroles adquiere todo su significado e importancia. En política, dijo, “la forma es fondo”.
Y lo es, porque la política no es otra cosa que un universo de relaciones humanas. La política es lo que media entre nosotros, ese espacio que nos permite ser sin matarnos unos a los otros y construir un ámbito común y propicio para la civilidad y la solidaridad hecha acción.
Pero resulta imposible la política cuando el discurso es ofensivo, la actitud displicente y vejatoria, y el trato soez y pendenciero.
El Parlamento es un espacio para parlamentar y el Congreso para congregarse. Espacios que exigen, además de una aptitud de capacidad, una actitud de apertura y urbanidad.
El triunfador está obligado a ser magnánimo y noble; eso se espera de la verdadera autoridad. Los auténticos líderes parlamentarios son seguidos por los suyos con entusiasmo, pero, por sobre todo, respetados por sus contrarios por la honorabilidad en su hacer.
Adán Augusto perdió su oportunidad de serlo por sus enjuagues inconfesables, con los suyos y con los otros; su actitud de perdonavidas, su humor caustico e inexistente, su concupiscencia, y su patanería de cantina.
Lo más grave es que sacó lo peor de sí por defender a unos descastados, para con quienes ha unido indisolublemente su nombre en la historia: “Los Yunes”.
Disfruten lo votado.