La madrugada del 14 de agosto, Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla, fue liberado del penal de El Altiplano y trasladado a su domicilio en el Residencial San Ángel.
La decisión de la jueza que ordenó su liberación se produjo tras el pago de una fianza de 100 mil pesos, según informó Lydia Cacho, la periodista que lo acusa de tortura.
Marín, que estuvo encarcelado desde 2021, enfrentará su proceso judicial desde su hogar, bajo vigilancia de la Guardia Nacional, que se encargó de su traslado. Además, Marín deberá usar un brazalete electrónico que le impedirá salir del país.
La decisión judicial ha generado controversia. La abogada de Cacho, Araceli Andrade Tolama, anunció que impugnará el fallo, calificándolo de injusto.
El recurso de revocación argumenta que la liberación de Marín podría debilitar el caso y las garantías para la periodista.
El caso de Marín se remonta a 2005, cuando Lydia Cacho, en su libro «Los demonios del Edén», denunció a Kamel Nacif por una red de pederastia. Tras la publicación, Cacho fue detenida y torturada por orden de funcionarios en Puebla.