En opinión de Miguel A. Rocha Valencia
Más de 12.4 millones buscan empleo y quien tiene, se aferra a él con mentiras
Yo Campesino / Desesperados
- Más de 12.4 millones buscan empleo y quien tiene, se aferra a él con mentiras
*Miguel A. Rocha Valencia*
Está tan aguda la crisis económica en el país que la necesidad de un ingreso, de un empleo afecta ya a 12.4 millones de mexicanos y todo hace suponer de acuerdo con los pronósticos de crecimiento por abajo del 1.2 por ciento y las estadísticas del Inegi, que las cosas se van a poner peor.
De entrada, diciembre del año pasado registró la pérdida de más de 405 mil plazas para que 2024 registrara la creación de apenas 214 mil empleos y eso diera un registro en el IMSS de 22 millones 23 mil de derechohabientes es decir., 41 mil trabajadores menos que en 2023.
Esta última cifra puede ser significativa o no según el punto de vista, pero el hecho es que no se avanzó ni se estancó, sino que se retrocedió en materia de empleo formal, en tanto que el número de pobres laborales se mantuvo por arriba de los 10 millones con todo y que se disminuyó el demagógico cálculo de la canasta básica a casi 960 pesos.
Es decir, no hay avance y si retroceso y aunque sea reiterativo es importante señalarlo dado al gobiernito le encanta maquillar cifras o de plano no darlas y recurrir a porcentajes que al final contrastan con la realidad para con ello sostener el discurso de opacidad o triunfalista que pocos creen o aceptan “agradecidos” por las dádivas institucionales.
Lo cierto es que en vez de generarse al menos un millón de empleos al año y sumar al menos seis millones, apenas se lograron dos millones 160 mil plazas, es decir, la tercera parte, lo cual revela la falta de inversión y estrategia de desarrollo. De ahí el bajísimo crecimiento y aumento en la economía informal.
Los casos más recientes del manejo de cifras maquilladas o escondidas, son los relacionados a la delincuencia, concretamente a la producción de drogas tradicionales y sintéticas donde queda claro que más allá de narcolaboratorios reales o “armados” el caso es que en México si se producen metanfetaminas y en especial fentanilo.
También es real que ya no somos un país de paso, productor y exportador sino que los niveles de consumo van en aumento y para ocultarlo, la prometida encuesta sobre adicciones que se conocería desde el sexenio pasado, no se ha hecho o se plano se oculta y solo nos dicen que bajó el uso de mariguana pero subió el de las “metas”.
Tal por eso el científico encargado de la secretaría de Salud, el doctor David Kershenobich Stalnikowitz, durante su participación en la matiné de Palacio sólo dio porcentajes y habló de responsabilidades incluso de la Cofepris pero le dio vuelta al tema y no quiso o no pudo dar datos, cifras en torno a la creciente dependencia a las drogas que hay en el país en especial al fentanilo que con los decomisos hechos últimamente por las fuerzas federales, queda claro que sí se produce en México.
Y está bien que salgan con campañas preventivas o reactivas para tratar de detener el consumo pero más pareciera un esfuerzo desesperado por ocultar una realidad que no se puede esconder como tampoco la violencia sobre todo cuando se sabe que desde fuera nos están checando y ahí no se puede mentir y menos luego de las afirmaciones de Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos que ya se despidió.
Dio pena al doctorazo caer en el discurso morenista de ocultar información que debería ser pública y que ahora sabemos nunca será dada a conocer y cuando den algún dato tendremos que recibirlo con las reservas propias de alguien que miente o presenta verdades a medias. Porque a Kershenobich se le preguntó directamente por los datos, pero mediante el habitual recurso de casa de darle vuelta a las cosas, se omitieron.
Lo anterior nos deja ante la disyuntiva de pensar que ignoran la información o es tan grave que prefieren ocultarla. Sería bueno saber cuáles son los niveles de adicción y los grupos de edad más afectados. Eso si se parte del principio científico de que para combatir un mal hay que conocerlo. Así el titular de Salud pareció que cuidaba más su empleo que la responsabilidad que implica el cargo.
De tal suerte que de nada sirve al país más que para el ego de la interesada el hecho de que las encuestas le otorguen un 78 por ciento de aprobación, derivado tal vez no de la cercanía de cada fin de semana con el pueblo bueno, sino del reparto de dinero gratis en cada una de sus giras. Al menos de eso se trató en el más reciente.
Y si nos vamos a otro de los asuntos que competen a la misma secretaría de Salud como cabeza de sector, nos encontramos con que “estamos a tiempo” de la mega compra de medicamentos para este y el próximo pero por lo pronto hay escasez y eso se traduce en vidas de personas que podrían sobrevivir amén de que por ningún lado hay vacunas anti Covid y que aún se deben entre 800 y mil millones de pesos a proveedores grandes y chicos a los que al parecer no se les va a pagar porque “esta es una nueva administración”.
De la violencia criminal, ya ni hablamos porque hoy es más meritorio hablar de mil o cinco mil “generadores de violencia” detenidos que la desaparición de 30 mil jóvenes reclutados por las buenas o las malas por la delincuencia organizada. De eso se trata, de ocultar, por eso estorbaba al oficialismo el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información. Si, están desesperados por ocultarla realidad de un país que va de mal en peor.