Opinión de El Caminante

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DESDE LA ALDEA…

Dentro del proceso electoral federal, nos encontramos en periodo de intercampañas, en el cual quienes aspiran a ser candidatos por cada uno de sus partidos o coaliciones, tienen prohibido realizar reuniones públicas abiertas, o auto promoverse; pueden llevar a cabo reuniones con carácter privado con distintos sectores de la sociedad, desde donde escucharán las diferentes solicitudes o quejas de dichos sectores referente a como les ha ido durante estos cinco años de sexenio, en los que gobierna el partido morena a nivel nacional; cuentan con ese gran privilegio de recoger las inquietudes de dichos sectores, para que con todas ellas crear una plataforma electoral que les permita, una vez que arranquen formalmente las campañas, dar a conocer a la sociedad cuáles serán las propuestas y compromisos que contraen para mejorar la realidad que actualmente vivimos y que en el sector económico está permeada por una inflación nunca antes vista; que retrasa el crecimiento económico que el país necesita.

Deseamos que no desaprovechen esta gran oportunidad que tienen en sus manos para conformar una agenda, eficiente y eficaz con la que caminarán durante su campaña.

Recuerdo hace ya algunos ayeres en un aula de clases, haber escuchado a un profesor de economía (por cierto, hermano de un prominente notario), decir que la figura de la república mexicana era similar a un cuerno de la abundancia, porque el país era rico en recursos, desafortunadamente no era explotado de forma correcta.

En nuestro estado nos encontramos en periodo de precampaña, donde hasta el día de hoy solo 2 personajes, recorren a diario parte de la geografía veracruzana, en busca del apoyo de sus correligionarios y de ciudadanos en general, para poder obtener la candidatura de sus coaliciones. A pesar de todo ello, observamos con cierta tristeza cómo, actores políticos de todos los institutos o partidos, que supuestamente nos representan, en realidad no buscan nuestro bienestar como ciudadanos, por el contrario, de forma por demás descarada o sin escrúpulo, nos enseñan que si el partido o instituto político por el cual llegaron a ocupar un cargo público, no cumple sus caprichos, sencillamente se cambian de siglas, o de partido, denostando su ambición a conservar o estar en el poder, ejemplos los hemos estado viendo en nuestro estado desde hace ya varios meses, como coloquialmente se conoce “chapulinean” o brincan de un partido a otro con el único afán de poder seguir conservando sus privilegios como “representantes” del pueblo, sus casas, sus ranchos, sus terrenos, sus caballos, sus empresas, obtenidas a través del esfuerzo de coaligarse.

Mientras que el común de los ciudadanos que día a día salimos en pos de buscar el “pan” para nuestras familias, vemos con asombro como convierten el escenario en una verdadera arena política, sin ofrecer realmente nada para el ciudadano de a pie, pero si piden que se colabore con ellos en brigadas, en reuniones, en mítines, sin realmente ofertar una solución a los problemas cotidianos que enfrenta la sociedad.
Ejemplos, ejemplos hay muchos querido lector, y te invito a recordar al término de
esta lectura, qué casos recuerdas tú de fecha reciente, en tu colonia, en tu sección, en tu municipio, en tu distrito electoral de esos nobles personajes que han votado la “camiseta”, sin importar ideales o ideologías partidistas, los cuales si quieren que el ciudadano defienda.
Hasta aquí por hoy, pero si a tu recuerdo llegan más de tres nombres de estos personajes, es momento de hacer un alto antes de pensar en sufragar tu voto a favor de alguien, habrá que razonar muy bien a quien le entregamos el poder de representarnos y bajo qué ideología lo harán.