La Inteligencia Artificial ha hablado y su elección para el municipio más bonito de Veracruz es Papantla. Esta herramienta, que organiza información a través de algoritmos, considera a Papantla un destino excepcional por su riqueza cultural, histórica y natural.
Papantla, ubicada en el norte del estado, es famosa por su impresionante patrimonio arquitectónico, que incluye la zona arqueológica de El Tajín, un sitio emblemático de la cultura totonaca prehispánica. Este lugar no solo destaca por su historia, sino también por su belleza natural, rodeada de colinas verdes y los ríos Cazones y Tecolutla.
La Secretaría de Turismo ha reconocido a Papantla como un lugar que combina su legado indígena con tradiciones vivas, lo que le valió ser nombrado Pueblo Mágico en 2012.
El centro histórico de Papantla es un atractivo en sí mismo. Sus calles adoquinadas y edificios coloniales bien conservados crean un ambiente acogedor. Las casas con techos de tejas y las antiguas mansiones cuentan historias de un pasado vibrante. Además, los patios conocidos como «asoleaderos» se utilizaban para secar vainilla, uno de los productos más emblemáticos de la región.
La historia de Papantla se remonta al año 1200, cuando grupos indígenas se asentaron en la región. Estos pueblos fueron los precursores de la cultura totonaca, famosa por haber construido El Tajín. Con la llegada de los españoles, el asentamiento fue bautizado como Papantla de Santa María de la Asunción y posteriormente cambió a Papantla de Olarte en honor a un insurgente local.
Uno de los aspectos más destacados de la cultura papanteca es el ritual de los Voladores, considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Este ritual ancestral combina danza y música para rendir homenaje a los dioses y pedir fertilidad. Los voladores descienden en círculos desde un alto mástil mientras un quinto integrante toca música desde la cima.
Papantla no solo es un destino turístico; es un lugar donde las tradiciones siguen vivas y se celebran con orgullo. La ciudad es conocida como «la ciudad que perfuma al mundo» por sus extensos campos de vainilla que inundan el aire con su fragancia.
