Veracruz

Paradójicamente, hay unas mujeres que son libres en la cocina

-En el Totonacapan

Por Livia Díaz

Xalapa.- En el auditorio de la Universidad Veracruzana en el parque Temático Tahkilsukut de Papantla, cabecera de la región conocida como «Totonacapan» al norte del estado de Veracruz, este sábado la cocinera totonacú Martha Soledad Gómez Atzin contó que ha sido libre desde que decidió dedicarse a ser cocinera y se trajo a 100 mujeres a atender a los comensales de La Cumbre Tajín, que han sido libres, a pesar del asedio de sus hombres.

Las mujeres que describió, como ella, tienen a sus hombres o mejor dicho ellos las tienen a ellas, y en el momento en que entraron al recinto ellos se quedaron en el enrejado esperándolas, algunos con machetes para «planearlas» (golpearlas).

Pero aquí no dejaron, contó, no dejaron que se las llevaran. Cerraron e impidieron eso. Y aquí están unas de ellas para que confirmen que es cierto lo que digo.

La cocinera tradicional habló también de que ha recibido muchos reconocimientos, pero también mucha violencia. Le han atacado, le han apagado los fogones con extinguidores, pero nunca se ha rendido. «Martha» como es conocida se autodenomina «mujer de humo» y a sus compañeras «Mujeres de humo», así que siguió diciendo «somos las mujeres de humo.»

Con esas mujeres, teniendo de ejemplo a su abuela de quien heredó oficio y nombre pero también el deseo de autogobernarse después de experimentar lo que era vivir como vivieron algunas de las mujeres que compartieron esta cocina, y pidió que «entre mujeres nos cuidemos», «nos ayudemos».

Además, «que no sea el orgullo un impedimento», que «todas nos cuidemos unas a otras.»

La de la voz ha hecho escuela al interior del parque y en torno, además en otras comunidades y congregaciones, mostrándoles a muchas a rescatar recetas tradicionales, a trabajar y organizar una cocina, a administrar el recurso que se tiene para que alcance a cubrir una receta para determinada cantidad de comensales, pero también ha aprendido y aprendió de ellas como de otros cocineros y chefs y sigue haciéndolo.

En la cocina, que llama «de humo» porque es con leña o carbón que se preparan los alimentos sobre fogones y al interior de hornos o fogatas, creció una niña que se dejaba ir en esas imágenes y desarrolló una gran intuición y talentos. Es una gran escritora de poesía y ya ha hecho un libro. Habló de los lugares en el mundo a donde la han llevado y del gran dolor que le provoca el dolor vivido y de otras mujeres, como su hija ahora.

La directora del Nicho de Aromas y Sabores, que permanece abierto cada fin de semana al público aunque no esté realizándose la Cumbre Tajín, o en eventos como el mencionado, recibió este año un reconocimiento del Congreso local como «Mujer del año».

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