Persisten irregularidades para surtir gas LP en Oaxaca
Redacción Oaxaca Político / NVI Noticias.- Las dificultades que enfrentan aún usuarios de gas licuado de petróleo para lograr llenar un tanque estacionario o portátil contrasta con la negación de Petróleos Mexicanos de que exista un desabasto en Oacxaca.
“Primero fue el agua, ahora el gas”, es la queja de Úrsula, una ama de casa que en compañía de su esposo llegó este jueves a una estación de una empresa que comercializa gas cerca de la carretera federal 190, en inmediaciones de la colonia La Joya, en el municipio de Oaxaca de Juárez.
Por festejos a la Virgen de Guadalupe, esa estación y toda la distribución de gas LP en esa empresa particular se suspendió este jueves.
A esa misma estación, después de las 16:00 horas del miércoles llegaron cientos de usuarios que no pudieron llenar sus tanques portátiles con capacidad de 10, 20 y 30 litros, porque el combustible se acabó.
“Vamos a atender desde las 6:00 mañana del viernes”, explicó uno de los despachadores de esa estación que en los últimos días le ha tocado comenzar a despachar el gas LP a personas que llegan a hacer fila desde las 5:00 horas del día.
Batallan
Desde el miércoles por la tarde Petróleos Mexicanos difundió una nota informativa para anunciar que no se ha presentado desabasto de gas LP en Oaxaca, pero en la que reconoce que en los primeros días de diciembre la oferta en la refinería de Salina Cruz se afectó por “condiciones adversas del clima”.
La paraestatal precisó que a partir del 7 de diciembre se restablecieron las operaciones y en la refinería de Salina Cruz “se ha despachado a los clientes” que en los días anteriores fueron atendidos por las terminales de Tierra Blanca y Pajaritos, ambas en Veracruz.
Sin dinero para prever
Patricia, quien obtiene ingresos diarios por la elaboración de comida, tiene claro que el desabasto de gas comenzó en los últimos días de octubre, cuando a ella se le terminó de vaciar su segundo tanque portátil con capacidad de 30 kilos.
“No tenía dinero para llenar el otro y, de malas cuando se me acabó el segundo, él que me surte el gas no me contestaba; tuve que recurrir a otra empresa, pedir prestado y cambiar los dos para no sufrir”, recuerda.
Yolanda, quien como Patricia también se dedica a elaborar y vender comida, se sintió ajena de la crisis que generó la falta de este combustible en una gasera,pero el lunes que se le acabó el contenido de su único tanque se sintió parte de una problemática.
“Le tengo más confianza a la gasera donde siempre pido el gas; el repartidor ya sabe dónde vivo, pero no había. Tuve que llamar a otra y en una hora me lo trajo”, dice mientras pone harina en la masa que convertirá en buñuelos.
Laura, prima de Yolanda, cocina lo indispensable para ella y por eso tiene un sólo tanque de gas que no se ha quedado vacío en las últimas tres semanas, pero ya contempla conseguir uno adicional.
“Voy a buscar en las ferreterías o en una casa de empeño, porque pregunté con un repartidor de gas y un tanque de 20 kilos con el gas me sale en 2 mil 400 pesos”, lo que en estos momentos es imposible de pagar porque le representa el 40 por ciento de la pensión que como adulta mayor recibe cada dos meses, pues no tiene otra fuente de ingresos.
Temor a quedarse sin gas
Como el gas sólo lo ocupan su esposa y él para bañarse y “cocinar un poquito”, en la casa de Javier un tanque de 30 kilos le dura hasta un año.
“Yo prefiero irlo a llenar a la estación, le caben 55 litros, eso sí pesa como un refrigerador grande», relata ajeno a un problema de desabasto de gas LP.
En medio del estrés que le generó la posible falta de gas en su casa, además de los 610 pesos que pagó por los 30 kilos de gas LP, Jesús le dio 20 pesos de propina al repartidor, “por la eficiencia de venir el mismo día”.
El viernes por la mañana en la casa de Jesús se acabó su segundo tanque de 30 kilos, le habló a la compañía con la que suele comprar, donde le aseguraron que al día siguiente le llevarían el combustible.
“No vinieron, volví a llamar, me dijeron que se les había acabado y que hasta el lunes”, así que llamó a otra compañía que a las tres horas le cambió su tanque vacío por uno lleno.
“Tenemos una gatita enferma que necesita su comida caliente y ese día fue insoportable porque tenía unos maullidos que no aguantábamos”, refirió Jesús, quien este miércoles volvió a llenar otro tanque de 30 kilos porque la percepción de escasez de gas LP se generalizó.
Retrasan atención de pedidos
Una de las empresas de gas LP que ha enfrentado dificultades para responder a los pedidos de usuarios, reconoció el miércoles la existencia de “alta demanda” que llevan a sus “canales de atención” a enfrentar “tiempos de respuesta prolongados”.
Definió que los pedidos se realizarán únicamente por mensajes de WhatsApp en un horario de 7:00 a 15:00 horas, especificando nueve puntos de un formulario para registrarse como nuevo cliente.
Mientras en sus plataformas digitales esa empresa gasera responde a quejas y comentarios recalcando que el problema de suministro que han enfrentado en las últimas semanas “proviene de nuestro proveedor principal”.
“La Presidenta de México dijo en su conferencia de prensa el miércoles que no hay desabasto, pero mi repartidor de gas sigue sin contestarme el teléfono. Lleva semanas que manda a buzón”, desconfió Eduardo, quien está decidido a ir este viernes a una estación de gas LP a llenar su tanque, aunque tenga que hacer fila porque este jueves estuvo cerrada.
Gas licuado de petróleo (LP):
Mezcla de gases propano y butano presentes en el gas natural o disueltos en el petróleo.
Usos:
Principalmente como combustible doméstico para la cocción de alimentos y calentamiento de agua.
Combustible en hornos, secadores y calderas de diferentes tipos de industrias.
Combustible en motores de combustión interna y en turbinas de gas para generación de energía eléctrica.
Transportación:
Ductos.
Autotanques.
Recipientes portátiles.
La distribución al público consumidor está a cargo de empresas particulares.
Precio vigente al 14 de diciembre:
$10.97 el litro (peso 540 gramos).
$20.31 el kilo (1.85 litros).
GPP