En opinión de Mouris Salloum George
Promesas jamás aclaradas

La fantasiosa lucha mexicana contra la corrupción se ha convertido en una jugosa mina de votos. La última vez produjo 30 millones de sufragios basados en la esperanza inútil de transformar las conductas, a veces hasta con códigos de ética de por medio. Promesas, jamás aclaradas ni antes ni ahora.

Por ejemplo, las noventa y nueve concesiones mineras para explotar la “tantalita” que se encuentran en la región de la costa de Chiapas en la región del Soconusco, desde Arriaga hasta Tapachula. Otra está ubicada en tierras de Baja California y una más en Guerrero. Es una inmensa franja del territorio nacional que produce un elemento de gran relieve internacional.

La tantalita es un mineral casi tan abundante en México como el barro de sus tierras. Resistente al calor y excelente conductor eléctrico, la tantalita refinada es el elemento conocido más barato en el mundo para acumular y conducir energía a base de mano de obra menesteroso y procesado, capaz de hacer milagros.

La guerra del coltán ha producido tres millones de muertos

La Wikipedia apunta que es un recurso estratégico, imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. El tantalio obtenido a partir del coltán — una roca compuesta, principalmente, por los minerales columbita y tantalita– se usa principalmente en la elaboración de componentes electrónicos conocidos como condensador electrolítico de tantalio, un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, computadoras o proyectos de alta tecnología.

Para darnos una idea de la “fiebre del barro” desatada entre las multinacionales telefónicas, cibernéticas, armamentistas y aeroespaciales es necesario saber que, por el momento, la mayoría de los instrumentos que incorporan alta tecnología, desde el celular, el satélite, el cohete espacial, hasta las armas de destrucción masiva, no son reciclables y el valor agregado que produce la tantalita es estratosférico.

Un kilo de coltán, la piedra barrosa que contiene la tantalita, vale actualmente doscientas veces más que un litro de petróleo Brent del Mar del Norte, con la salvedad de que “sólo” cuesta sangre extraerlo. La disputa por el coltán ha iniciado una guerra que en pocos años arroja tres millones de muertos en el mundo. Y aquí hacemos como que la Virgen nos habla.

Despierta el apetito pantagruélico de europeos y estadounidenses

Amnistía Internacional reconoce haber perdido la cuenta del número de asesinatos, mutilaciones, violaciones, torturas y abusos derivados de la explotación sin misericordia de esta riqueza tecnológica. Los mexicanos estamos obligados a saber que la tragedia africana de la última centuria se condensa desgraciadamente en cinco letras: Congo.

La explotación despiadada, el tráfico de esclavos, el gobierno colonial despótico y la violación a los derechos humanos en esta república del África Central, más grande que Bélgica, Inglaterra, Alemania y España juntos, almacena en su vientre el ochenta por ciento del coltán existente en el mundo.

Por ende, en lugar de proteger los derechos soberanos y los principios esenciales el interés público, y mientras, que todo se lo lleve el diablo. Ellos seguían firmando concesiones, pudiendo haber erigido sobre la tantalita, un ente de impacto internacional, muy provechoso para combatir nuestra pobreza, para atender las necesidades del hambre inminente.

El espíritu y la combatividad de Patricio Lumumba siempre presidirá las luchas por la liberación de nuestros pueblos.

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