Putin realizará una visita de Estado de dos días a China a partir del jueves

El presidente ruso Vladimir Putin realizará una visita de Estado de dos días a China esta semana, dijo el martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en la última muestra de unidad entre los dos aliados autoritarios contra el orden global liberal occidental liderado por Estados Unidos.

Putin se reunirá con el líder chino Xi Jinping durante su visita que comienza el jueves, dijo el ministerio, diciendo que los dos líderes discutirán «la cooperación en varios campos de las relaciones bilaterales… así como cuestiones internacionales y regionales de interés común». No se mencionaron detalles.

El Kremlin confirmó en un comunicado el viaje y dijo que Putin iría por invitación de Xi. Dijo que este será el primer viaje al extranjero de Putin desde que juró como presidente y comenzó su quinto mandato.

China ha respaldado políticamente a Rusia en el conflicto de Ucrania y ha seguido exportando máquinas herramienta, productos electrónicos y otros artículos que se considera que contribuyen al esfuerzo bélico ruso, sin exportar realmente armamento.

China es también un importante mercado de exportación de suministros energéticos que mantienen llenas las arcas del Kremlin.

China ha tratado de proyectarse como una parte neutral en el conflicto, pero ha declarado una relación “sin límites” con Rusia en oposición a Occidente. Las partes también han realizado una serie de ejercicios militares conjuntos y China se ha opuesto sistemáticamente a las sanciones económicas contra Rusia en respuesta a su campaña de conquista contra Ucrania, que ya lleva dos años.

Los dos estados autoritarios del tamaño de un continente están cada vez más en disputa con las democracias y la OTAN mientras buscan ganar influencia en África, Medio Oriente y América del Sur.

La visita de Putin se produce pocos días antes de la toma de posesión el lunes de William Lai Ching-te como próximo presidente de Taiwán, la isla democrática autónoma que China reclama como su propio territorio y amenaza con anexarse por la fuerza si es necesario.

Xi regresó la semana pasada de una visita de cinco días a Europa, que incluyó escalas en Hungría y Serbia, países considerados cercanos a Rusia. El viaje, el primero de Xi al continente en cinco años, fue visto como un intento de aumentar la influencia de China y abrir una brecha entre la UE y la OTAN, por un lado, y un bloque aún por definir de naciones autoritarias, por el otro. apuntalado por la influencia económica china que ha estado vacilante en medio de una crisis inmobiliaria y un crecimiento económico interno dramáticamente más lento.

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