El pasado lunes 7 de octubre, Estrella Palacios Domínguez, presidenta municipal electa de Mazatlán, y Octavio Bastida Manjarrez, alcalde de San Ignacio, fueron despojados de sus camionetas por grupos armados mientras viajaban a Culiacán, Sinaloa, para una reunión con el gobernador Rubén Rocha Moya.
El primer incidente ocurrió cerca del mediodía, cuando Estrella Palacios fue interceptada por hombres armados en la zona de la caseta de Costa Rica.
El chofer de la camioneta Chevrolet Tahoe fue obligado a entregar el vehículo, en el que la alcaldesa viajaba junto a otras tres personas. Afortunadamente, ninguno resultó herido. Horas más tarde, Palacios informó en sus redes sociales que tanto ella como su equipo se encontraban bien: “Quiero informarles que mi equipo de trabajo y yo nos encontramos bien. Agradezco sus mensajes y buenos deseos”.
Poco después, cerca de las 12:00 del día, Octavio Bastida Manjarrez fue víctima de un hecho similar en la maxipista Culiacán-Mazatlán, a la altura de la sindicatura de Quilá.
Un grupo armado que mantenía un retén despojó de sus vehículos a varios conductores, entre ellos el alcalde. Al igual que en el caso de Palacios, no se reportaron heridos, y Bastida Manjarrez fue auxiliado por policías estatales.
Ambos alcaldes se dirigían a una reunión con el gobernador Rocha Moya en el Palacio de Gobierno de Sinaloa. Estos incidentes ocurren en medio de una creciente ola de violencia en la región, atribuida a las pugnas entre las facciones del Cártel de Sinaloa: «Los Chapitos» y el grupo de Ismael «El Mayo» Zambada. Desde septiembre, la capital del estado ha sido escenario de enfrentamientos armados, privaciones de la libertad y robo de vehículos.
La Fiscalía de Sinaloa ha registrado 43 denuncias por robo de vehículo entre el 27 de septiembre y el 1 de octubre, reflejando la gravedad de la situación.
