En opinión de Carlos Ramos Padilla
Se comenta solo con… Algo no anda bien
En la vitrina de la administración pública algo no encaja, algo no nada bien. Empezamos por Marcelo Ebrard, político que ha cedido en tres ocasiones su aspiración a la presidencia de la República. Aún con sus irregulares antecedentes en los casos del News Divine, linchamientos en Tláhuac, urbanización de Santa Fe y la Línea Dorada, se colocó hábilmente dentro de la administración de amlo sirviendo fundamentalmente de operador en sus relaciones con los países miembros del Foro de São Paulo y negociador en la Casa Blanca contra la industria del rifle, en apoyo político a Trump y para asuntos migratorios. De ahí la dura fractura con Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump, al exponer en el libro Rompiendo la Historia. Memorias de la Casa Blanca, que “México tuvo que “doblarse” para acceder a la petición de Donald Trump de contribuir a la reducción del flujo migratorio”. Adicional, ante el rechazo estadounidense a la Reforma del Poder Judicial en México y las probables alteraciones y sanciones al Tratado de Libre Comercio, es Ebrard el encargado de despacho de atender este asunto cuando incluso se le ha abierto las puertas al comercio con China y se abre un nuevo capítulo de asistencia a Cuba. Algo no anda bien en todo esto y más aún cuando antes de cumplir un mes el nuevo sexenio se lanza a la aventura de vacacionar en los jardines imperiales de Japón. Otro caso es el de Juan Ramón de la Fuente quien aseguró regresaría a México a trabajar en un cubículo universitario como investigador y acabó coordinando la campaña de Sheinbaum y colocándoles como un ausente secretario de relaciones exteriores en expresar sus condolencias y asistencia al pueblo de España (Valencia) por la tragedia recién registrada, y las condiciones diplomáticas de nuestro país luego de las advertencias de Trump acerca de los aranceles y combate a Carteles del la droga. De La Fuente mostró su débil capacidad de presencia ante el reducido grupo de políticos extranjeros de primer orden que asistieron al
cambio presidencial en San Lázaro. Además no ha dado cuenta de que se hará con aquellos improvisados expriistas, exgobernadores, que pactando impunidad fueron nombrados embajadores. Algo en la cancillería no anda bien. Y a esto se suma la disputa interna en el Estado de México en donde ante la pequeñez de la gobernadora el control lo mantiene Horacio Duarte incluso manteniendo en el cargo a un duramente criticado titular del Sistema Mexiquense de Medios Públicos, Barranco, personaje pusilánime, de poca condición para el trato con sus conductores de programas. que sólo cumple instrucciones sin dar el rostro aplicando despidos de comunicadores, censura, desconocimiento administrativo y que a más de un año de su arribo a canal 34 ha mostrado, incluso, una evidente descortesía y maltrato con el personal. Vamos ni siquiera emitió sus condolencias a la muerte de Raúl Cremoux fundador de la “barra política” de canal 34 ( episodio con personajes de primera que dieron referencia y consiste CIA por 27 años al Sistema) y que Barranco se encargó de eliminar de la programación por “”órdenes”. Ante el desgaste del prestigio del canal, su constante pérdida de audiencia, haber permitido que como medio público sirviera de plataforma electoral e inconformidad de los empleados, su constante y pobre explicación es que no le alcanza el presupuesto. Apuestas internas señalan que Barranco acercará al canal de televisión a un esquema similar al de Notimex. Ese es un arroz negro que le está costando y mucho al gobierno de la maestra Delfina que ve como la mecha se está consumiendo y el
fuego acercándose al explosivo. Y ahí algo no anda bien. Y vaya que estos tres incisos son en verdad muy delicados.