En opinión de Carlos Ramos Padilla
Se comenta solo con… Cuidado con la narrativa
“No mentir” fue entre tres una de las propuestas que mantuvo amlo para ganarse la confianza pero lo que hacia todos los días era eso: mentir, y la propia Sheinbaum con el operativo para decomisar fentanilo lo demostró, en México sí hay narcolaboratorios que una y otra vez negó el tabasqueño. Pero la oscilante narrativa presidencial de hoy en día debe cuidarse. Enfrentarse al país (Estados Unidos) que mantiene nuestra economía en cerca del 80% es colocarnos en la guillotina. Lanzar un “arancel por arancel” y elevar el tono a “mexicanos al grito de guerra” no nos acerca a ningún acuerdo benéfico. Lo serio que está ocurriendo es que Canadá está amenizando con abandonar el Tratado Comercial porque no quiere estar sujeto a una ridícula Reforma al Poder Judicial y las reglas del juego que esto implica. Trump redobla la presión con los asuntos del narcotráfico y la migración que para él son dos asuntos de extrema prioridad y que involucran estrategia fallidas que impulsó amlo. Sinaloa, junto con Tabasco, Veracruz, Morelos, Michoacán y otras entidades están fuera de control tan es así que Omar García Harfuch tiene que mudarse a Culiacán. Del otro lado otro personaje como Juan Ramon de la Fuente ( uno más que mintió asegurando regresaba a México a trabajar como investigador en la UNAM) se mueve a Estados Unidos en una tarea que le puede limpiar el espacio a Marcelo Ebrard para las negociaciones comerciales mientras en Palacio encienden el cerillo mientras caminan sobre pólvora. En México hay un doble problema generado por el “movimiento” obradorista, habremos de recibir una importante cantidad de ilegales deportados que aquí no tienen trabajo y dejarán de enviar remesas que en el último registro marcaron disminución. Pero por otra parte estaremos manteniendo a miles y miles de
migrantes que ya no llegarán a la frontera norte pero se asentarán en nuestra tierras como en estos momentos ocurre con una caravana de extranjeros que invaden Chiapas. Los mexicanos no estamos ni queremos estar al “grito de guerra” con el gobierno de Trump cuando demandamos poner un alto a la violencia, a los secuestros, a las mutilaciones y asesinatos y lo que recibimos es una oferta sarcástica de abrazos. Debemos reconocer que Trump está haciendo lo suyo, defendiendo a los suyos y aplicando la ley. Llegará hasta donde sus arrebatos le permitan atropellando a quien sea. La información la tienen ellos porque aquí perdonamos a los capos, allá los detienen. Cuidado con la narrativa, con los pronunciamientos y más con las propuestas e insinuaciones. De los abrazos al grito de guerra es una variante temeraria. Y no nos vamos a envolver en la bandera ni a desgastar el concepto de soberanía cuando sean ellos, los estadounidenses, lo que salven vidas en México. Por cierto, el sector salud está colapsado mientras el presupuesto se va en considerar fauna nociva a los jaguares de la selva del sureste a razón de insistir en operar en tren Maya en un gobierno de una científica ambientalista. Zas!