En opinión de Carlos Ramos Padilla
Se comenta solo con… La ruptura
Se anticipaba y se dejó venir. La ruptura y al avaricia de poder están minando las escrituras de Morena. Los airados pleitos entre Adán Augusto, los Yunes y Mi real son descarados. Las acusaciones temerarias y en medio el romance con Andrea Chávez que has sabido gozar de los placenteros privilegios del lujo. Como antecedente queda la comida en el restaurante Octo en Guadalajara en el mes de agosto en donde el tabasqueño, Chávez y tres más consumiendo botellas Opus One – 30 mil pesos por pieza- sumando una cuenta de 105 mil pesos sin incluir propina. Por ello, entre curules le afirmaron a Adán Augusto que la que manda en el Senado es Andrea. El coordinador de Morena en el Senado.
Adán Augusto, denunció irregularidades en contratos por un monto de 150 millones de pesos durante la gestión de su homólogo Monreal en la Cámara de Diputados. Esa es la limpieza de maniobras entre los morenistas y más cuando se filtra que a los Yunes los compraron por millonaria cantidad y promesa de anular órdenes de aprehensión en su contra. Así la “honestidad valiente”.
El cobro de facturas deja heridas pronunciadas como la de Ebrard y Sheinbaum cuando Marcelo públicamente denunció como tramposa a Claudia en el proceso interno del partido para obtener la precandidatura presidencial. César Yáñez castigado por meses luego de su suntuosa boda, Alejandro Encinas bajo el reflejo de su torpe manejo político en el caso Ayotzinapa, el intenso bloqueo de amlo contra Harcia Harfuch, el cobijo majadero a Florencia Serranía, la dura imposición de Piedra en la CNDH…son sólo ejemplos de el tsunami interno que se acrecienta con el marcado apoyo a Andrés López Beltrán aún por sobre las criterios del naciente y complicado sexenio.
La presidenta está rodeada por una jauría de elementos que se torpedean unos a otros y que ninguno de guarda fidelidad: Mario Delgado, Rosa Icela, Yasmín Esquivel, Monreal, Ebrard, Adán Augusto, Andrés López Beltrán, Lenia Batres, Jesús Ramírez…y otros personajes impresentables que le erosionan el camino a Sheinbaum: Noroña, Layda Sansores, Cuitláhuac, Américo Villareal, Cuauhtémoc Blanco, Ana Gabriela Guevara…digamos que todo estos solos o en conjunto no son el emblema que nos hacen creer de integridad política como el mismo Manuel Velasco o Rubén Mocha Moya. La supervivencia de cada uno descansa en su fuerza de traicionar y abrir archivos delicados.
Y los van a usar cuando Trump decida aceitar su maquinaria de justicia – a su manera- e inicie una cacería que aquí, por compadrazgos e impunidad- no se han atrevido a accionar. Y queda la duda de explicación y cobijo a otros más como Omar Fayad, Quirino Ordaz, Alejandro Murat, Claudia Pavlovich, Carlos Aysa, Carlos Joaquín González, todos amparados por la administración de Ebrard en Relaciones Exteriores y la complicidad – por asumir esa cartera con esos antecedentes- de Juan Ramón de la Fuente.