En opinión del Dr. Alejandro Ruiz Robles  
 “¡TODITO CONMIGO!»  

“Hay personas que, en vez de amarte, te enseñan a quererte a ti mismo. Y creo que es lo mejor que te puede pasar.” (Mario Benedetti)

¡QUÉ SUERTE!

La vida nos da el privilegio de conocer seres mágicos que la llenan de encanto.

Hay fechas especiales que el calendario o bien, la fortuna, nos brindan la oportunidad de reunirnos, vernos con la jovialidad y alegría de siempre y compartir locuras e historias.

Sabemos que el camino es complicado, pero parafraseando al maestro César Luis Menotti con su expresión “este es un juego muy difícil que lo hacen fácil los buenos jugadores”, señalaríamos que “la vida es juego muy difícil que quien la sabe vivir, la hace sencilla” y que mejor que hacerlo, con gente positiva a nuestro alrededor.

En los momentos de compañía en que recordamos cosas, lo primero que usualmente salen son los detalles alegres que nos provocan más que una sonrisa o bien, aquellos instantes comprometedores que por arte de magia se resolvieron en forma por demás inverosímil; las tristezas son las que tratamos en lo posible de omitir o albergar.

Con el tiempo, aquilatamos las memorias y nos damos cuenta de que somos seres afortunados, no sólo por lo que hemos vivido sino porque aún tenemos la dicha de revivirlos y contarlos. 

Es posible que las añoranzas no sean por todos aceptadas ni del interés de muchos; sin embargo, sin duda que éstas son parte de nuestra riqueza y como tal, motivo de orgullo.

Las personas de más de tres décadas de existencia tenemos una dicha mayor; toda vez que, si bien podrían muchos argumentar que es una cuestión meramente aritmética, sabemos que hemos vivido en dos milenios, con la mutación de conductas, la adecuación de costumbres, el ajuste en valores y, quizás lo más locuaz, la transformación de sueños en realidades; en especial, lo que correspondiente a la tecnología. Basta ver un capítulo de las caricaturas de los “Supersónicos” para percatarnos la manera en que la fantasía se convirtió en nuestra actualidad.

En fin, sin duda que hasta ahora hemos tenido la oportunidad de pasar por grandes aventuras y así seguiremos. ¿Te has dado cuenta de lo agradable que resulta? 

¡LOS SERES DE LOS DOS MILENIOS!

Hagamos una pausa en esta circunstancia; resulta por demás increíble lo que nos ha tocado constatar, no sólo hemos participado en dos siglos, sino también en dos milenios. 

Pensar en los teléfonos de cable hasta los celulares, en las computadoras del tamaño de una habitación hasta las maravillosas miniaturas, en los televisores en blanco y negro a las imágenes multicolores y con ello, de los controles remotos que eran nuestras manos dinámicas para cambiar los canales en fracciones de segundos a aparatos que nos llevan una gran variedad de opciones desde una cómoda distancia con tan sólo digitarlos.

Merece especial atención como hemos pasado del sudor en las calles provocados por los juegos colectivos presenciales a los entretenimientos remotos desde una habitación con gran alcance y sin contacto físico; quizás sea el mismo nivel de stress, pero distan mucho de la camaradería y fraternidad pasada.

Si algo tenemos como característica extraordinaria, es una gran capacidad de asombro al comparar lo pasado con lo actual. De hecho, ha sido tal la revolución en usos e inventos que en más de una ocasión hemos tenido que actualizar nuestros textos y contextos con miras a explicar los cambios.

En fin, hay múltiples muestras de innovaciones y basta con contarlo a las nuevas generaciones para sentirnos aletargados, obsoletos e incluso, ridículos.

En tiempos de modernidad tecnológica, los principios siguen siendo constantes. Las modalidades en que se presentan las conductas se ajustan a la realidad; sin perder su esencia moral. 

¿Cuándo hubiéramos imaginado que se podrían afectar patrimonios desde kilómetros de distancia?, ¿qué se pudiera hablar contactar a distancia desde la comodidad del hogar?, ¿qué aparatos pequeños generaran sonidos tan potentes?, ¿qué pudiéramos apreciar en tiempo real lo que ocurre al otro lado del mundo?, o bien, ¿qué la imagen de un no nacido fuera tan nítida como la de nuestras fotografías?

No cabe duda de que la creatividad del ser humano no tiene límites; sin embargo, ser honesto, veraz, ético, entre otras virtudes, son atributos permanentes y mantenerse así es un verdadero don. 

Reconocer a las personas por sus principios, actitudes y acciones es algo que es inherente a la naturaleza humana; independientemente del tiempo.

En alguna ocasión reciente que di clases, me comentaban los jóvenes que manejar perfiles falsos o irreales era lo común y que todos lo hacían, al cuestionarme mi opinión de ello, señale que la mentira era tal, independientemente de la manera en que se presente.

¿Te has puesto a pensar la manera en que han cambiado tus hábitos con el pasar de los años?

¡LA MODA QUE ACOMODA!

Con todos los cambios a que estamos expuesto, pareciera un reto encajar en ellos. ¿Cuántas veces estamos apenas acostumbrando al uso de un dispositivo y nos sorprendemos con que la nueva versión ya se encuentra en uso?

Ante tal situación, bastaría aplicar la frase de un gran entrenador de fútbol americano, Vince Lombardi: “Los ganadores nunca se rinden y los que se rinden nunca ganan”. Es decir, por más revolución tecnológica que allá, nuestra capacidad de adaptación tiene que ser mayor e inmediata para hacer uso de ella y aprovecharla al máximo.

Hoy es nuestro momento y aprovechar todas las condiciones que tenemos frente a las circunstancias que se nos presentan es nuestra pertinencia.

Alguien me decía que lo agradable de tener un pasado es que podría impulsarnos para el presente y afortunadamente, así ha sido. 

Para muchos, hablar de experiencia es una forma de justificar nuestros errores cometidos, pero compartirlas es mostrar que hemos aprendido de ellas; son lecciones de las que hemos sido alumnos y sólo seremos maestros cuando algo hayamos aprendido. 

Desde luego, hay quienes manifiestan su desacuerdo a tener de alguna manera lecciones y buscan vivir cada momento como si fuera nuevo, lo cual es válido; sin embargo, la madurez implica hacerlo de la mejor manera y, en ese sentido, cada uno lo hace a su manera.

Como lo dijera el gran escritor colombiano Gabriel García Márquez: “el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad” y hoy, a través de ella, podemos reflexionar y analizar lo que hemos vivido para disfrutar nuestro hoy con miras de que al pasar el tiempo tengamos una vejez con la mayor dignidad posible. ¿Te has vislumbrado en la senectud?

EL CAMINO CONTINÚA.

A decir del filósofo Francis Bacon: “vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar y viejos autores para leer”; es decir, el paso del tiempo es inquebrantable, pero vivirlo con gracia es una virtud.

Si bien la tecnología nos sacude, los minutos que se agotan nos dan la oportunidad de disfrutarlos. La única obligación que tenemos es exprimir cada instante al máximo. 

Hay quienes hablan del pasado como si fuera posible volver, otros, por el contrario, lo hacen ateniéndose al hubiera y lo consideran como una realidad posible. En fin, hay varias formas de verlo; sin embargo, comparto como mucho la visión de siempre agradecer su existencia, valorando todo, desde las sonrisas hasta las tristezas, incluso aquellas que aún nos provocan lágrimas. 

En todo caso, será aún más grato compartirlo con quienes tienen un valor para nosotros y un afecto que los convierte en inolvidables.

Cuánta razón tenía el escritor Pedro Calderón de la Barca al expresar que la vida es sueño: “¡en un mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña lo que es hasta despertar!”.

Entender y sentir lo hermoso que es saber que hoy estamos en un camino para despegar hacia el destino que elijamos y que nuestras huellas muestran la manera en que nos hemos preparado. 

¡Bendita oportunidad de vivir y hacer de nuestro trayecto la más grande aventura!

Vivamos con la plena convicción de que el compromiso más grande que tenemos es con nosotros mismos … ¡TODITO CON NOSOTROS! 

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Posdata: Gracias a la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE) por considerarme una personalidad destacada del año 2024.

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