Tormentas Solares No Afectan la Salud Humana: UNAM

Redacción, Noticias MXPolítico.-Las recientes tormentas solares, responsables de auroras boreales visibles en México y otros países inusuales para este fenómeno, no tienen efectos directos en la salud humana, aseguró el Doctor Américo González Esparza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

“Hay mucha desinformación en redes sociales de que generan sismos, ondas de calor, cambio climático, pero son fenómenos naturales distintos. No hay relación con huracanes, es algo que ocurre a 150 millones de kilómetros y tenemos una atmósfera y campo magnético que nos están protegiendo”, aclaró González Esparza.

El evento del fin de semana, aunque severo, no fue extremo. No obstante, González Esparza advirtió sobre la posibilidad de eventos más intensos en el futuro, especialmente preocupantes por su potencial de afectar sistemas tecnológicos estratégicos como satélites, telecomunicaciones, sistemas de posicionamiento global, navegación aérea y redes de energía eléctrica. “Por eso se consideran eventos de interés para la seguridad nacional”, añadió.

En una entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, el también jefe del Servicio de Clima Espacial del Instituto de Geofísica de la UNAM, con sede en Morelia, mencionó que en México no se veían auroras boreales desde febrero de 1958 y el 1 de septiembre de 1859.

González Esparza explicó que las tormentas solares son eventos recurrentes, ya que el Sol tiene un ciclo de actividad de aproximadamente 11 años y actualmente se aproxima a su máximo, previsto para 2024-2025. Durante estos períodos, las explosiones y alteraciones en el entorno de la Tierra serán más frecuentes.

Detalló que las tormentas solares son “explosiones en la superficie del Sol” donde se concentran campos magnéticos muy intensos, produciendo violentas liberaciones de luz y materia solar que se propagan en el espacio. Aunque se conoce bien este comportamiento, aún no se puede predecir con precisión cuándo ocurrirán tormentas solares extremas.

Para medir la intensidad de estos eventos, el Servicio de Clima Espacial adoptó una escala similar a la de huracanes, que va del 1 al 5. “Cuando ocurre una explosión, primero hay un estallido de luz que viaja a la velocidad de la luz y tarda 8 minutos en llegar a la Tierra, dando el primer aviso. Luego, nubes de material solar pueden viajar a velocidades entre 400 y 1,500 kilómetros por segundo, tardando entre uno y cuatro días en llegar a la Tierra”, explicó González Esparza.

El investigador recordó que en 1989 una tormenta geomagnética severa provocó grandes apagones en Canadá y otros países, subrayando la importancia de entender y mitigar los riesgos de estos fenómenos en los sistemas eléctricos nacionales.

González Esparza destacó los esfuerzos en la Ley General de Protección Civil y la creación del Servicio de Clima Espacial de la UNAM, que trabaja con el Cenapred para desarrollar protocolos que aumenten la resiliencia del país ante estos fenómenos naturales.

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