Transiciones presidenciales en México: de la polémica del NAIM a la reforma al Poder Judicial
En los periodos de transición entre presidentes en México, se han registrado episodios significativos que han marcado la historia política del país.
Desde la gran expropiación de tierras bajo el mandato de Luis Echeverría Álvarez hasta la cancelación del aeropuerto de Texcoco por Enrique Peña Nieto, estos eventos han dejado huella en la vida política y económica de México.
La más reciente transición, la cual llevará a Claudia Sheinbaum Pardo a la presidencia electa, está siendo particularmente controvertida debido a la iniciativa de reforma al Poder Judicial impulsada por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. Esta reforma ha desatado intensos debates y preocupaciones sobre la independencia judicial y el equilibrio de poderes.
El presidente López Obrador, conocido por su agenda de transformación profunda del país bajo la etiqueta de la Cuarta Transformación, ha defendido esta reforma como necesaria para combatir la corrupción y mejorar la impartición de justicia en México. Sin embargo, críticos y analistas han advertido sobre los posibles efectos negativos de concentrar más poder en el ejecutivo y debilitar la autonomía del Poder Judicial.
“Los periodos de transición en México siempre han sido momentos críticos”, señala Enrique Quintana, analista político. “Son tiempos en los que los presidentes salientes pueden tomar decisiones significativas que afecten el rumbo del país incluso después de dejar el cargo”, añade.
El evento más notorio de estas transiciones fue la decisión de cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, tomada por Peña Nieto en octubre de 2018, pocos meses antes de concluir su mandato. Esta decisión no solo generó controversia nacional e internacional, sino que también tuvo implicaciones económicas significativas para el país.
El contexto actual con la propuesta de reforma al Poder Judicial ha sido comparado por algunos analistas con el «error de septiembre», aludiendo a la crisis económica de 1994. Esto debido a las posibles repercusiones en la estabilidad financiera y la confianza de los inversionistas en México.
“La independencia judicial es crucial para mantener la estabilidad económica y la confianza de los mercados”, advierte Quintana. “Es fundamental que cualquier reforma respete esta independencia para garantizar un sistema judicial justo y equitativo”, destaca.
En medio de estos debates, Claudia Sheinbaum asume la presidencia con el desafío de manejar una transición que no solo marque un cambio de liderazgo, sino que también asegure la continuidad institucional y el respeto al estado de derecho.
Con información de El Financiero