Una tarde inolvidable (VIII) / Por Antonio Balam

RELATO

4:00 p.m. Debían de ser como las dos de la tarde. Lone-Boy y su padre se encontraban ahora dentro de la piscina. Ambos estaban desnudos.

La tarde era hermosa. El cielo, totalmente sin nubes, era testigo de lo que aquí abajo sucedía: “EL AMOR”.

El esposo del padre de Lone-Boy, esta vez, no nadaba con ellos dos, ya que se sentía mal. Así que, aprovechando que el hombre no estaba, el padre de Lone-Boy se le acercó y enseguida hizo que su pie tocara su pecho.

Lone-Boy se encontraba acostado sobre una camilla flotante. Vaya que si ahora se daba “la gran vida”. ¡Nada le hacía falta ya! Su padre le pagaba muy bien por su trabajo realizado…

Lone-Boy, ¡al fin sentía lo que significaba “ESTAR RESPALDADO”. Porque su padre, no solamente le pagaba muy bien por limpiarle su casa, sino que, además, también le proveía “comida, techo, baño y cama” … Y, todo esto anterior, sin descontárselo de su paga.

“¡Dios mío!”, pensaba Lone-Boy, cada vez que se ponía a recordar toda su vida pasada… Todas sus pérdidas, incluido a su mejor amigo… Y todo su dolor, que poco a poco seguía y seguía “des-haciéndose” …

Tanto era su necesidad por revelárselo a su nuevo padre…, pero luego, nuevamente volvía a ver que no había un por qué. Preguntarle a su padre: “¿ME AMAS?”.
“¡AMAR!”

Lone-Boy seguía luchando con los fantasmas de su pasado, y también con su presente mismo, que de cuando en cuando volvía a darle algo de dolor. Pero, todo esto, a pesar de él saber que todo esto era parte de su proceso, algunas veces solamente venía a hacerle sentir estar HARTO DE LUCHAR…

“¿ME AMAS?”

… Y, luego que su padre se le acercó, y luego que le tocó su miembro erecto, le dijo: “¿quieres ir a la bodega?” A lo que Lone-Boy, como un niño grande, respondió que sí.

Los dos entonces salieron de la piscina y. con sus cuerpos escurriendo agua, caminaron hasta aquel cuarto, donde su padre guardaba herramientas y demás cosas de la casa entera.

Apenas entrar, los dos comenzaron a besarse como siempre: DE LA MANERA MÁS TIERNA, APASIONADA Y AMOROSA…

Lone-Boy ¡nuevamente sentía PERTENECERLE A SU PADRE! Y todo este sentimiento en él, le hacía sentir un montón de cosas, imposibles de describir con palabras escritas.

“DADDY…!”

Tiempo y espacio parecían dejar de ser o de existir para Lone-Boy. Él, con toda una vida perdida, solamente trataba de no recriminarse por lo que la vida misma le había hecho: arruinarlo y humillarlo de la más manera más vil y cruel.

Así que ahora, estando junto su nuevo padre, solamente se dejaba amar por él. Besos, caricias y abrazos… Lone-Boy solamente sentía alcanzar el cielo en estos instantes eternos junto a su padre.

“DADDY…!”

Y su padre, que sabía cómo conducirse en estos instantes de amor y pasión, también parecía ser “UNA FICCIÓN”. ¡Pero no lo era! Él sí que era UNA REALIDAD.

Una hermosa realidad que ahora amaba a un joven, del que apenas y sabía y conocía NADA.

Pero Lone-Boy no podía culparlo. Porque apenas y llevaban un mes de haberse ENCONTRADO Y CONOCIDO, pero, para él, un mes, en realidad, solamente parecía equivaler a toda una eternidad.

“TIEMPO Y ESPACIO…” “TODO UN UNIVERSO ENTERO…”

Lone-Boy, después de toda una vida de espera y búsqueda, AL FIN HABÍA ENCONTRADDO A SU PADRE… Sí. Y su padre todo el tiempo lo colmaba de atención, cariño y amor…

… “Daddy…”

Con el cuerpo puesto contra una mesa, Lone-Boy abrió las piernas y dejó así que su padre, luego de besarle la espalda, entrase en él.
Teniendo ya dentro de sí “la totalidad” de su padre, el joven nuevamente sintió PERTENECER-LE. “Daddy… I´m all yours”, pensó en querer decirle Lone-Boy. Pero luego, también pensó que las palabras, en estos instantes, eran lo de menos.

Porque entonces él, ya le decía a su padre, con su propio cuerpo: “SOY TODO TUYO…”

Lone-Boy disfrutaba cada segundo de entrega total para con su padre. Verse en estos instantes siendo poseído por su padre, ERA ALGO QUE ÉL JAMÁS ALCANZARÍA A DESCRIBIR CON PALABRAS ESCRITAS… “AMOR VERDADERO… AMOR ETERNO Y ENTERO… UNA TOTALIDAD, TODO UN UNIVERSO…”

“Daddy…”

Pasados unos minutos, el joven se dio la vuelta y se subió sobre la mesa… ¡Quería ver el rostro de su padre, mientras éste lo hacía suyo…!

“Ahhhhhh…”

Con algo de trabajo, el hombre tuvo que buscar cómo alcanzar “la parte baja” de su hijo… La mesa estaba un tanto alta. Y, aunque el padre de Lone-Boy era muy alto; aun así, le costó algo de trabajo “alcanzarlo”.

Pero, cuando al fin lo logró, Lone-Boy solamente sintió UNA DE LAS COSAS MÁS BELLAS EN TODA SU VIDA ACTUAL.

Poder ver el cuerpo de su padre, así como también todo su rostro, mientras lo poseía, hizo que se excitara como nunca jamás lo había hecho.

Su padre lo embistió, de manera suave y amorosa, durante varios minutos…, hasta que al fin logró alcanzar la cumbre. Emitiendo unos gemidos de placer, poco a poco fue bañando con toda su esencia el interior de su joven hijo.

Lone-Boy se sentía más que feliz. Brindarle toda esta experiencia y placer a su padre, le hizo sentir que en verdad era UN EXCELENTE HIJO…

Y, sonriendo como un niño grande, miró el rostro radiante, sonriente y satisfecho de su padre… “¡OTRA VEZ HABÍAN HECHO EL AMOR!, DE LA MANERA MÁS TIERNA, PASIONAL Y ETERNA”.

Tiempo y espacio, ¡otra vez parecían ya no existir! Todo solamente parecía ser UNA FICCIÓN: UNA INCREÍBLE Y HERMOSA FICCIÓN, CREADA POR SU PROPIA MENTE E IMAGINACIÓN… ¡Pero no lo era! ¡Todo era real y verdadero!

…Lone-Boy permaneció con la espalda sobre la mesa… Su padre, sin sacar su miembro de su interior, siguió y siguió dándole placer…, hasta que, después de unos tres minutos, pudo ver cómo un chorro de líquido transparente comenzó a surgir por entre la abertura del miembro de su hijo…

“Ahhhh…”, emitió Lone-Boy…

Nuevamente había logrado alcanzar “el cielo” junto a su nuevo padre…

Y, como en todas las veces anteriores, luego que ambos habían alcanzado “el paraíso”, permanecieron abrazándose, acariciándose, besándose y lamiéndose durante varios minutos más, como dos seres que en verdad se amaban lo indecible…

Lone-Boy, como todo un niño grande…, no supo qué darle a su mente para pensar… Porque entonces, él, ya sabía que… YA NO HABÍA NADA PARA PENSAR.
Después, cuando regresaba otra vez a la piscina, para seguir un rato más dentro del agua, solamente sonrió y pensó para sus adentros, con una infinita alegría:

El amor… EL AMOR VERDADERO SE DA, EXISTE Y… NADA MÁS.

El amor… EL AMOR VERDADERO ES COMO UNA HERMOSÍSIMA FICCIÓN. SOLAMENTE ES DIFÍCIL DE CREER Y DE EXPLICAR CON PALABRAS ESCRITAS…

Anthony Smart

Septiembre/16/2023
4:57 p.m. Saturday

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