En opinión de Simón Vargas Aguilar
Urgente frenar impunidad del crimen organizado
In principio erat Verbum©
Simón Vargas Aguilar©*
“La inteligencia consiste en no tomar decisiones basadas en la emoción del momento”.
Daniel Goleman
El pasado domingo 21 de julio, en un atentado a plena luz del día y en medio de comercios en la colonia Coacalco, fue asesinado Milton Morales Figueroa, Coordinador General de la Unidad de Estrategia y Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX. A través de vídeos que comenzaron a circular momentos después del crimen, se puede observar a Morales Figueroa sin escolta (lo que sin duda llama la atención), comprando en un local, mientras que por la espalda se acerca un hombre caminando, saca un arma y le dispara a quema ropa.
De acuerdo con un comunicado de prensa de la SSC, Morales Figueroa lideró y participó en investigaciones relevantes como el mayor decomiso de cocaína en la Ciudad de México y obtuvo la primera orden de aprehensión por la Ley Olimpia.
Pero, además, encabezó las investigaciones sobre el atentado que sufrió en 2022 el periodista Ciro Gómez Leyva, y su trabajo llevó a la captura del líder narcomenudista Edgar Jesús, alias “El Faso”, quien mantenía actividad delictiva principalmente en Tlalpan, Xochimilco y Coyoacán y también fue señalado por estar involucrado en la desaparición del exfutbolista Diego Jonathan Rodríguez.
A lo anterior hay que sumar que dirigió la investigación sobre el asalto al cantante Miguel Bosé en su vivienda y fue un colaborador muy cercano del próximo Secretario de Seguridad Ciudadana y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, entre otras muchas menciones importantes, es así que deberíamos preguntarnos seriamente, ¿por qué es tan significativo el homicidio de Milton Morales Figueroa?
Es probable que pocos ciudadanos conocieran su perfil, además de que no solía acudir a conferencias de prensa o brindar discursos públicos, sin embargo, su área y él eran elementos clave; y es que mucha de su labor se encontraba en un trabajo, discreto, eficaz, sustancial e invaluable para el combate a la delincuencia organizada y el narcotráfico: el de inteligencia.
La gran mayoría de nosotros hemos escuchado aquella frase de: “Información es poder…” y tiene mucho de cierto, pero, aunque los datos son importantes, el otro gran factor que puede determinar las acciones es saber qué hacer con ese conocimiento. Hoy las áreas de inteligencia son las que brindan la oportunidad de anticiparnos a las amenazas y riesgos, pero sobre todo, permiten gestionar las crisis de forma mucho más eficiente.
La tecnología proporciona muchas más opciones para reforzar la seguridad, lamentablemente, también le da nuevas alternativas al crimen; la importancia de las labores del ciclo de inteligencia ha quedado patente para la virtual Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien por su paso en la CDMX fue una comprometida impulsora del uso de la inteligencia estratégica, táctica y operativa.
Es cierto que son áreas poco visibles ante la sociedad lo que en muchas ocasiones empaña sus logros, ya que el trabajo encubierto y hasta secreto es lo que impide darles ventajas a las células criminales, pero además, no podemos pasar por alto que es justamente gracias a las personas que recolectan y analizan esta información que existe la oportunidad de librar una batalla mucho más efectiva y competente a la inseguridad.
La pérdida de vidas humanas siempre será un dolor difícil de superar, sobre todo para las familias, y desafortunadamente, con el paso de los años la insolencia y el descaro han continúan marcando las actividades del crimen organizado, por lo que, aunque éste sea un suceso que nos eriza la piel, las imágenes que se comparten diariamente nos hacen, en diversas ocasiones considerarlo parte de una cotidianidad que parece difícil de cambiar; es por ello que hoy más que nunca se requiere redoblar y renovar esfuerzos y encaminarnos hacia una cultura de la prevención y la estrategia, porque no podemos seguir cediendo terreno ante la impunidad.
*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.