[VIDEO] ¿Quién es el que manda allá? ¿Es usted? / En opinión de Lilia Arellano

Se quieren realizar imposiciones sin tomar en consideración surgió la candidatura de Xóchitl Gálvez impulsada por la sociedad civil y son los ciudadanos quienes hoy tienen la posibilidad de influir en la decisión de los aspirantes a gobernadores pero, sobre todo y debido a la cercanía, de los alcaldes y presidentes municipales, con el objetivo de no permitir el crecimiento y empoderamiento de la delincuencia. En la acera de enfrente a los de Morena y aliados, el panorama es distinto, aunque también se impusieron las decisiones cupulares de los dirigentes partidistas. Se resiente el resquebrajamiento de muchos liderazgos, también alimentados por la ambición política, pero que son resultado de los procesos de selección interna dejando muchos descontentos, los cuales amenazan con salidas y sumarse al enemigo oficialista. El claro ejemplo es el alcalde con licencia de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, quien amenazó con respaldar el nombramiento de la fiscal “carnal” Ernestina Godoy en el Congreso de la Ciudad de México, acusando fue descartado de antemano en el proceso de selección del candidato opositor a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. El otro ejemplo es Alejandro Murat, ex gobernador de Oaxaca, quien también amenazó con sumarse al morenismo.

Sheinbaum, Gálvez y García ya se inscribieron como precandidatos presidenciales de Morena-PT-PVEM, PAN-PRI-PRD, y Movimiento Ciudadano, después de prácticamente todo un año de precampañas no oficiales pero si presentes en el ánimo de la ciudadanía, bombardeada por espectaculares, spots y anuncios en redes sociales de manera ilegal, pues son tareas al margen de la legislación electoral vigente. Se gastó mucho dinero, sobre todo de parte del oficialismo, sin que nadie pueda decir claramente de dónde salieron los recursos. Los tres precandidatos electorales ya están en la línea de salida e iniciaron sus precampañas. En Veracruz, Claudia Sheinbaum inició su proselitismo electoral legal, en una entidad que resiente el mal gobierno de Cuitláhuac García y una profunda ola de violencia. La corcholata favorita de AMLO delineó en su discurso lo algunos rasgos de su próximo gobierno, claro si logra imponerse en las urnas. Sin ninguna originalidad, sólo ofreció continuidad “sin zigzagueos”. Evidencia que su único apoyo es AMLO, su gobierno y la estructura de Morena en los estados. Aparentemente, arranca con un partido unido, donde no se tolera la disidencia ni la expresión de ideas diferentes a las del Presidente. A su equipo ya se sumó Arturo Zaldívar, un ministro que renunció a la Suprema Corte y no se sabe si será de ayuda en la delineación de su programa de gobierno o al final de cuentas se convertirá en un lastre, por todo lo que representa.

Sheinbaum, según sus propagandistas, arranca con ventaja, y así se exhibe en la multitud de sondeos pagados y publicados en medios de comunicación, los cuales no siempre reflejan la realidad del momento que tratan de propagar. Sus spots muestran a una mujer rodeada de gente con un mensaje de esperanza hacia el futuro y sin concesiones. Esa es la autocracia lopezobradorista, de la cual no se moverá un solo centímetro. A pesar de la polarización que todos los días alimenta el mandatario, Sheinbaum no habla de reconciliación, con lo que adelanta seguirá la misma estrategia de su mentor.

Xóchitl Gálvez muestra otro estilo. Arrancó en Coyuca de Benítez, Guerrero, rodeada de mujeres caminando, llamando a la unidad del país, y pidiendo la reconstrucción de la entidad, cuyo peso en esta elección federal lo dicta la tragedia tras el paso del huracán “Otis”. Luego, se fue a Ciudad Juárez, Chihuahua, una entidad cómoda para el PAN y el PRI. La precandidata opositora inició su campaña con una evidente crisis de identidad política. A tres auditorios distintos, del PAN, PRI y PRD, les dijo lo que quisieron oír. Arrastra los errores de su equipo de campaña y, sobre todo, de los líderes políticos de los partidos que la postulan, y cuyas decisiones ya resquebrajaron tempranamente el movimiento. Panistas, priístas y perredistas se han distanciado de su campaña, en un momento en que necesita sumar y no restar. Está en segundo lugar en las encuestas, pero no tan lejos de la primera posición como quisieran verla los propagandistas de Sheinbaum, a quien tiene el reto de alcanzar y ganarle.

Samuel García es el candidato esquirol de la oposición. Todo mundo lo ve así. Le fue dada fácilmente la candidatura de Movimiento Ciudadano gracias a que puede desempeñar ese papel e intentar restarle votos a Xóchitl Gálvez, sobre todo en las clases medias abiertamente en contra del lopezobradorismo. Por eso fue impulsado por el inquilino de Palacio Nacional. Dante Delgado accedió para librarse de las acusaciones en contra de su equipo en el mega fraude de Segalmex. Lo concreto en la misión del ex gobernador regio es mantener el registro de la membresía naranja y ganar una buena bancada legislativa, esto último no se ve difícil si logra sacudirse la fama de ser solamente un payaso.

Por cierto ¿le servirá a la candidata a la gubernatura de Guanajuato llevar Muñoz Ledo como segundo apellido? Y otra interrogante: ¿Ha sido buen tiempo cambiar Frente Amplio por México a Fuerza y Corazón por México?