En un atrevido señalamiento durante el Segundo Debate Presidencial, Xóchitl Gálvez, candidata presidencial representante de la alianza PAN-PRI-PRD, lanzó acusaciones directas contra el partido gobernante. En su intervención inicial, enfocada en temas económicos, Gálvez no dudó en afirmar que «Morena se ha convertido en un narcopartido».
La contundente declaración de Gálvez resonó en el escenario del debate, donde se abordaban temas como el crecimiento económico, el empleo y la inflación. «El principal problema económico de los mexicanos es la extorsión y el cobro de piso. Los delincuentes ya tienen partido, Morena se ha convertido en un narcopartido», expresó la candidata de la oposición.
Estas palabras marcaron un punto álgido en el enfrentamiento entre los candidatos presidenciales, especialmente con Claudia Sheinbaum, representante de Morena, quien se vio obligada a responder a las acusaciones de Gálvez.
El tema de los vínculos entre partidos políticos y el narcotráfico no es nuevo en el contexto político mexicano, pero pocas veces ha sido expuesto de manera tan directa y franca en un debate presidencial. Las palabras de Gálvez desataron un intenso debate público sobre la legitimidad y la transparencia de las fuerzas políticas en el país.
Morena, como partido en el poder, enfrenta una creciente presión para abordar estas acusaciones y demostrar su compromiso con el combate al crimen organizado. Por su parte, Xóchitl Gálvez y su coalición política buscarán capitalizar esta controversia en su estrategia electoral rumbo a las próximas elecciones.
El Segundo Debate Presidencial no solo fue un espacio para discutir políticas económicas, sino también para exponer las profundas divisiones y tensiones que caracterizan el panorama político actual en México. Las palabras de Gálvez han dejado una marca indeleble en la contienda electoral, con repercusiones que se extenderán mucho más allá del escenario del debate.
