En opinión de Nidia Marín
Y la Impunidad Galopa sin Cortapisa Alguna en la República Mexicana
NIDIA MARÍN
Más allá de la marrullería que hoy identifica al Congreso, -que dejó de ser “de la Unión” para convertirse en el de la discordia- hay cuestiones importantes que para bien o para mal quedarán en la historia.
Por ejemplo, el caso de los delitos en México, hoy en el ojo del huracán por el incremento de la criminalidad, hecho irrebatible ante los constantes asesinatos y violaciones a la ley que han estado ocurriendo.
Por ejemplo, resulta preocupante que de acuerdo con estimaciones de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), en el periodo de 2010 a 2023 la cifra negra promedio fue de 92.9%, es decir, que de cada 100 delitos ocurridos sólo se inició la investigación en 7 de estos.
No lo decimos porque sí, sino porque está asentado en el Senado de la República, donde los estudios correspondientes, expuestos en investigación del Instituto Belisario Domínguez refieren, por ejemplo, según la misma fuente, en el periodo 2012 a 2023, el delito con mayor porcentaje de cifra negra fue la extorsión, con un promedio de 97.9%, es decir, que de cada 100 extorsiones ocurridas sólo se inició la investigación en 2 de éstas.
Usted se preguntará ¿y por qué los afectados no lo denunciaron? La principal causa en el periodo comprendido entre 2011 y 2023 fue porque consideraron que era una pérdida de tiempo (33.2%).
Evidentemente ello significa que se ha perdido la confianza en las autoridades y sus acciones para el cumplimiento de las leyes.
La institución del Senado explica que los delitos del fuero común que capta la ENVIPE son: robo total de vehículo; robo parcial de vehículo; vandalismo; robo a casa habitación; robo o asalto en la calle o en el transporte público; robo en forma distinta a la anterior; fraude bancario; extorsión; amenazas; lesiones; secuestro y secuestro exprés; delitos sexuales (hostigamiento, manoseo, exhibicionismo, intento de violación); violencia sexual; y, algunos más.
Por ejemplo, el delito con mayor cifra negra en el periodo 2012-2023, explican, fue la extorsión, con un promedio de 97.9%, “es decir, que de cada 100 extorsiones ocurridas sólo se inició la investigación en 2 de éstas”.
En cuanto a la cifra negra por entidad federativa en 2023 ocho entidades federativas estuvieron por arriba del 95% de cifra negra: Guerrero (97.5%), Chiapas (96.6%), Tamaulipas (96.4%), Sinaloa (96.3%), Veracruz (96.3%), Nayarit (96.2%), Oaxaca (95.7%) y Sonora (95.4%).
Y sólo hay que observar, los casos de los estados que están en crisis, ya que por ejemplo estiman que en Guerrero en 2023 se inició la investigación de 2.5 delitos de cada 100 ocurridos; en Durango, Baja California e Hidalgo, sucedió en 11 delitos de cada 100.
Y nosotros pensamos que es tal la crisis de seguridad en aquella entidad que matan desde jueces hasta investigadores y por supuesto policías.
En lo general en el país, de acuerdo con el estudio, explican los expertos del IBD, “la cifra negra se ha mantenido constante y siempre por arriba del 90%, con un promedio de 92.9% para el periodo 2010-2023, es decir, que de cada 100 delitos ocurridos sólo se inició la investigación en 7 de estos, aspecto que refleja la impunidad existente”.
El asunto también es que no todos los delitos son denunciados. Los estudios en la materia exhiben que de 2010 a 2023 se denunciaron ante el Ministerio Público del fuero común un promedio de 10.8% de los delitos ocurridos, es decir, que de cada 100 delitos ocurridos sólo fueron denunciados 10.
Fue en un promedio de 65.5% se inició una investigación por parte del Ministerio Público, es decir, en 65 de cada 100 delitos denunciados se inició una averiguación previa o carpeta de investigación.
Ello significa que tan sólo en un promedio de 7.1% de los delitos ocurridos se inició una investigación por parte de las autoridades entre los años 2010 y 2023. En consecuencia, 92.9% corresponde a la cifra negra, es decir, los delitos que no fueron registrados por la autoridad.
Resulta evidente que ante esa situación la responsabilidad recae tanto en los ciudadanos como en las autoridades.
De ahí la esperanza de que el próximo año haya buenos resultados en la materia de parte de todos y que en el Senado se reflexione sobre la importancia de que haya responsabilidad de todos los que hoy lo conforman.