Alito contrarresta el coqueteo de priistas con la 4T en Puebla y asegura la estabilidad del PRI

El dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo, ha lanzado una alerta sobre los persistentes acercamientos entre Morena y partidos aliados para socavar las filas del tricolor de cara a las elecciones de 2024. En declaraciones a la prensa, admitió la existencia de «invitaciones» dirigidas a militantes priistas, desestimando la posibilidad de una desbandada.

«Si van 30 puntos arriba, ¿para qué ocupan más priistas? Están desesperados, se les está complicando, por eso buscan perfiles del partido», expresó Camarillo, rechazando las tácticas de la oposición para incorporar figuras priistas en sus filas. Además, tachó de «grosería» la imposición de candidatos del PRI en Morena filtrados por el Verde y PT.

En un intento por contener la hemorragia del PRI en Puebla, el líder partidista Alito Moreno ha desplegado una estrategia política dirigida por el gobernador Sergio Salomón Céspedes. La preocupación en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) tricolor es palpable, especialmente tras las recientes deserciones en estados como Veracruz, Oaxaca y Hidalgo.

La exitosa negociación de Moreno Cárdenas se evidenció con el fichaje de la senadora Nadia Navarro, quien renunció al PAN y encontró espacio en las filas del PRI. Este movimiento no solo evitó que Navarro se uniera a la 4T, sino que fortaleció una alianza territorial con el Pacto Social de Integración (PSI), partido local dirigido por Navarro Acevedo.

El principal enfrentamiento contra el PRI en Puebla involucra a dos figuras prominentes: Pepe Chedraui, empresario neomorenista con aspiraciones municipales bajo la bandera de la 4T, y Tony Gali, exgobernador con influencia persistente en la política local. El desgaste del PRI desde estos sectores podría beneficiar al senador Alejandro Armenta y complicar la situación de Lalo Rivera Pérez, virtual candidato de la oposición a la gubernatura.

Con información de LPO

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