Se deduce por analistas italianos que son integrantes conservadores de El Vaticano; que supuestamente lo activaron a partir de la muerte de Benedicto XVI.
Redacción MX Político.- Tratando de poner bajo tal tensión que Francisco “tenga que dimitir”, es una estrategia mezquina ha sido descubierta en El Vaticano, a la manera de aquellos crueles conciliábulos que se generaban en la secrecía en la antigüedad por los rincones de los grandes palacios y centros de poder, con fines de romper la normalidad o la legalidad imperante.
Así lo revela el diario italiano ‘La Stampa’, algunas jornadas posteriores a la muerte del Papa emérito Benedicto XVI, el pasado 31 de diciembre.
Se trata de un «plan secreto» para someter al Papa Francisco a una presión al interior del Vaticano para que dimita a su pontificado, detalló La Stampa.
Según las declaraciones de un cardenal, son los conservadores del Vaticano quienes preparan dicho plan y lo habrían comenzado a idear luego de la muerte de Benedicto XVI.
«El plan secreto se formulará sobre varios ejes y fases, pero tendrá un objetivo: poner el pontificado bajo tal tensión que Francisco tenga que dimitir», difundió después la plataforma RT que cita las declaraciones del cardenal al diario La Stampa.
Por su parte, The Telegraph, un periódico del Reino Unido, subraya que aunque el Papa Francisco había declarado que renunciaría si su salud se veía deteriorada, se pensó que sería poco probable que lo hiciera mientras Benedicto XVI estuviera vivo, para evitar que hubiera tres papas viviendo en el Vaticano, una situación completamente sin precedentes que habría «avergonzado a la Iglesia Católica». Pero con la muerte de Ratzinger, la renuncia se vuelve más posible, lo que ha abierto el plan de los conservadores para moverse en contra del actual Pontífice.
Al parecer, según retomó RT, los funcionarios de El Vaticano conservadores consideran que el Papa argentino es demasiado liberal con relación a temas como la homosexualidad, el aborto, la comunión a divorciados vueltos a casar y el celibato de sacerdotes; lo que ha provocado que dentro de este segmento de la Curia se refieran a Francisco como un «comunista».
Cabe destacar que la Santa Sede no se ha pronunciado de manera oficial al respecto.
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