En opinión de Carlos Alberto Duayhe
Del Pacífico al Atlántico /II y última

El llamado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), será referencia permanente  no únicamente de la sociedad mexicana, pues por su inevitable influencia en el  comercio que se da entre los océanos Pacifico y Atlántico, la mirada es del mundo global en que ya transitamos.

Así que el organismo público CIIT operado por la Secretaría de Marina con varias filiales, estará en la atención por sus expectativas reales en el traslado de mercancías desde Asia hacia el este de los Estados Unidos y Europa con llegada de barcos al puerto de Salina Cruz, Oaxaca, y de aquí por trenes hacia el Atlántico vía la terminal portuaria de Coatzacoalcos Veracruz, ah,  y viceversa.

Incluye una autopista entre ambos puertos, en proceso.

De paso implica instalar en una primera fase cinco de diez parques industriales con sus respectivos polígonos de desarrollo urbano con diversos estímulos de orden fiscal autorizados por el gobierno federal y que permitirán de manaea paulatina ir integrando estos corredores.

Estos parques auspiciarán industrias en las áreas eléctrica y electrónica; semiconductores; automotriz; equipos médicos; industria farmacéutica; agroindustrias; equipo de generación y distribución de energía eléctrica, priorizando las energías limpias; maquinaria y equipo; tecnologías de la información; industria de metales y petroquímica (en este  rubro muy adelantados) que tendrán que ir con el tiempo a la par de Nuevo León, Guanajuato y Querétaro.

Podrá movilizar 1.4 millones de contenedores por año, a través del sistema de ferrocarriles y además el de pasajeros que serán determinantes no sólo en materia económica, sino en la generación de empleos, cuidado del medio ambiente, protección de la naturaleza, respeto a las comunidades indígenas de Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Chiapas cuando queden todas las conexiones ferroviarias.

El tren de carga ya opera desde hace algunos meses y precisamente el viernes anterior se puso en marcha la primera de tres rutas de pasajeros entre Salina Cruz y Coatzacoalcos, llamada línea Z.

Faltan dos más: la denominada FA, entre Coatzacoalcos y Palenque, Chiapas para conectar con el Tren Maya y; la llamada K, de Ixtepec, Oaxaca hasta Ciudad Hidalgo, Chiapas, frontera con Guatemala, ésta por cierto cuyo trazo también data de tiempos de don Porfirio y que por razones de diversa índole estuvo abandonada por años, ahora es rehabilitada y fundamental por la conexión con Puerto Madero y la misma Tapachula.

Hasta donde ha trascendidito el corredor transístmico más que una competencia con Panamá, podrán complementar actividades en el comercio multimodal y una gran sincronía, lo que se ha planteado hasta ahora entre ambos gobiernos.

Y eso  que como se ha señalado en diversos medios y reuniones públicas, empresariales y académica: cruzar el corredor del CIIT lleva 10 horas por ferrocarril, en tanto que un buque para cruzar el canal de Panamá, seis días y, como señala el diario El Economista, ahorros de 8,000 kilómetros en ruta marítima de Asia a Estados Unidos y 1 millón de dólares en combustible.

Atraques:

1.     Aprovecho la oportunidad para sumar en estas festividades de fin de año  felicitaciones a los medios de comunicación que hacen posible estas aportaciones y principalmente a los lectores, sus familiares y amigos, a los míos todos también.

2.     Y esperar lo mejor este 2024 con todo y procesos electorales y tantos pendientes que hay en nuestro México querido.

3. De paso lo que ocurre e incide en este mundo global de tecnologías cambiantes como la ¡ay nanita! inteligencia artificial…

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