El libro Patrimonio memoria e historia de la conservación del patrimonio cultural de México

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presentaron al público el libro Patrimonio, volumen histórico, que reúne fotografías del patrimonio cultural de la Ciudad de México tomadas por el fotógrafo mexicano Santiago Arau.

Al dar la bienvenida a esta presentación, la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, comentó que “el libro de Santiago Arau nos invita a hacer una reflexión profunda sobre la naturaleza, el desarrollo urbano, sobre esta tierra que es un lienzo que él va retratando con su lente, pero que realmente se nos antoja como un documento histórico (…) que nos da la posibilidad de reconocer  algo que seguramente hemos visto desde otros ángulos o de descubrir otros elementos del patrimonio, de la cultura, del patrimonio biocultural que tenemos en México, con una mirada única”.

Santiago Arau, —aseguró— nos demuestra que los fotógrafos, fotógrafos son, quien retrata la realidad con un ojo sensible, esperando el momento justo; él tiene esta maestría, ese ojo como miran las aves, esa realidad a través de un dron, nos hace reconocer de una manera profundamente artística el territorio que habitamos”.

La encargada de la política cultural del país resaltó la belleza de este libro, el cual, dijo, “es un documento histórico, pero también una invitación y una provocación para recorrer la tierra, reconocer nuestro país y nuestro espacio. Además, visiten la exposición con la que reinauguramos el Museo Nacional de Arquitectura en este palacio que ha sido intervenido para restaurarse de distintas maneras”, comentó.

En la presentación, la cual estuvo moderada por la subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble, Dolores Martínez Orralde, y ante un público expectante que saturó la Sala Manuel M. Ponce, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, compartió que Santiago Arau es un curioso por naturaleza, “porque siempre está indagando, descubriendo; preguntando y eso es muy importante, porque combina con su formación en comunicación y como profesional de la mirada y de la escritura con la luz, que es la fotografía; tiene la capacidad de descubrir lo que nadie ve”.

La titular del Inbal aseguró que el autor del libro ejerce la fotografía desde una “postura ética y amorosa hacia la ciudad y el patrimonio, y es capaz de ponernos en escena aquellos espacios en donde la bioculturalidad del patrimonio y nuestra identidad nos están reclamando también la manera como nos estamos relacionando con esos recursos”.

Esa mirada, agregó, permite al espectador colocar en dimensión la monumentalidad de esos recursos bioculturales, “nos pone en nuestra proporción, o sea, pequeños, frente a la monumentalidad de la naturaleza, pero también frente a la monumentalidad de un patrimonio que necesita nuevas narrativas”.

También se integran a este volumen, otras imágenes que reseñan la importante labor de restauración y conservación que realizan los especialistas del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).

Compartir esa mirada con todos: Arau

Nervioso y contento a la vez de estar en el Palacio de Bellas Artes, Santiago Arau se dijo un privilegiado, “me llena de satisfacción, pero también de muchas responsabilidades”, y agradeció a las autoridades el haberlo invitado a participar en la exposición y apoyar en la realización de las fotos y del libro mismo, en plena época de COVID-19, para la muestra que reinauguró el Museo Nacional de Arquitectura. “Me enamoré del proyecto”.

Y explicó: Lo primero que pensé de patrimonio, que era lo que tenemos en el bolsillo, y luego comprendí que patrimonio es la herencia de nuestro pasado. La idea fue tomar fotos con drones de los monumentos, esculturas, edificios, volcanes, ríos, el Palacio de Bellas Artes, la geografía, desde una perspectiva poco vista, que se viera el detalle de las obras, de nuestra herencia patrimonial desde una escala distinta”.

La idea, dijo, también fue contar, a través de la fotografía, la historia de nuestra ciudad, desde la época prehispánica hasta la actualidad, “las capas de la ciudad, lo que nos va formando y hace que seamos lo que somos ahora”.

Consideró que el interés del Inbal para invitarlo al proyecto fue “mostrar lo que tenemos de patrimonio y porqué se quería restaurar, defender, y que la gente descubriera la relación que tenemos con ese patrimonio, compartir esa mirada con todos, porque esa es nuestra herencia y debemos reflexionar hacia dónde queremos llevarlo, qué es lo que vamos a dejar a nuestros hijos”.

El libro Patrimonio –volumen con más de 200 fotografías– busca generar un lazo más estrecho con los residentes de la Ciudad de México, que en su mayoría no reconocen el entorno natural y los volcanes que le rodean, los cuales ahora podrán descubrir desde una nueva mirada, agregó.

En su momento, el periodista Javier Risco regaló al público “algunas pinceladas” de quién es Santiago Arau: “Un tipo con profundo amor a la ciudad. Creo que eso es su motor, pues se enamora de proyectos que toma porque, por ejemplo, nadie es capaz de subirse a los 77 volcanes que rodean a la Ciudad de México para fotografiarlos”.

Y agregó: “Santiago es un dotado de la fotografía (…) tiene una mirada también con la que logra sorprendernos y sorprenderse a sí mismo frente a una estatua, una pirámide, y lograr esa sombra que nadie más había tomado; tomar la foto necesaria, ese algo que lo mueve y que todos tenemos en esa mirada, de la infancia, y hace que conecte con tanta gente, por eso a mí me da mucho gusto ver llena esta sala, repleta de gente que lo quiere y lo admira”.

En tanto, el editor de Patrimonio, Juan José Cochen, admitió que “ha sido un goce acompañar a Santiago Arau durante más de tres años trabajando en este libro, de darle forma. Se trata de un libro que muchos en nuestra generación quisimos tener para entender la ciudad que habitamos”.

En el proceso –agregó– descubrimos la idea precisa de Santiago que fue el concepto de Patrimonio, con el propósito de descentralizar la noción de patrimonio que no es solamente monumentos, arquitectura, etcétera, sino que es la ciudad misma y las voces que reunimos a través de aforismos y pequeños textos que acompañan las fotografías: son voces de los habitantes de la ciudad que escriben y narran la ciudad que habitamos.

Emocionado, al igual que el autor, subrayó: “El libro está hecho de fotografías actuales y contamos la historia de la ciudad desde la época prehispánica, sin material histórico, pero que nos remiten a 500 años de historia de nuestra ciudad. Ese fue el reto y Santiago lo armó con gran pericia”.

El acto se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, recinto que se vio colmado por un público formado por colaboradores y amigos del artista, pero sobre todo de jóvenes que no quisieron perderse la oportunidad de asistir a esta que se convirtió en una entrañable reunión de amigos.

Tal entusiasmo también se vio reflejado en una inusitada larga fila de admiradores que esperaron, a pesar del frío, desde la explanada del recinto hasta la librería del Palacio para recibir fotos del artista y la firma de libros.

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