Una disputa de larga data entre los titanes del rap Drake y Kendrick Lamar explotó en acusaciones de pedofilia, abuso e infidelidad durante el fin de semana, generando ondas de choque en el mundo del hip hop y más allá.
Drake, el rapero más taquillero del mundo el año pasado, y Lamar, ganador del Premio Pulitzer, se han visto enfrascados en una creciente guerra de palabras en un género musical conocido desde hace mucho tiempo por celebrar y obsesionarse con las disputas entre sus estrellas más importantes.
Pero si bien los intercambios anteriores de la pareja se han centrado en disputas como quién es la estrella más grande, las letras de las canciones publicadas por ambos artistas en los últimos días fueron mucho más allá de las burlas habituales.
«Oye, Drake, he oído que te gustan jóvenes. Será mejor que nunca vayas al pabellón uno», dijo Lamar en su tema «Not Like Us», en el que rapea específicamente sobre «pedófilos certificados».
Las letras de Lamar, nacido en Los Ángeles, acusan a Drake, que es de Canadá y de ascendencia birracial, de ser «no un colega» sino un «colonizador» de la cultura afroamericana.
Y en otra canción lanzada este fin de semana, «Meet the Grahams», Lamar alega que Drake, cuyo verdadero nombre es Aubrey Graham, tiene una hija secreta.
Por su parte, Drake lanzó una canción titulada «Family Matters», que sugería infidelidad e incluso abuso en la relación de Lamar con su prometida y novia de la secundaria Whitney Alford.
Y Drake negó las acusaciones sobre niñas menores de edad en otra canción, «The Heart Part 6», lanzada el domingo, en la que rapea «Nunca miraría dos veces a ningún adolescente».
Las púas han llamado la atención de audiencias mucho más allá de los habituales devotos del rap y el hip hop.
La disputa fue objeto de un sketch de «Saturday Night Live» este fin de semana, y los principales medios estadounidenses como el New York Times y CNN han publicado cronologías detalladas de los insultos del dúo.
Drake, de 37 años, y Lamar, de 36, saltaron a la fama del hip hop a finales de la década de 2000 y principios de la de 2010.
Inicialmente aparecieron en pistas de los álbumes de cada uno e incluso realizaron giras juntos.
En los años siguientes, surgieron amargas divisiones, a medida que cada hombre forjó su propio camino tremendamente exitoso.
El año pasado, Drake empató a Michael Jackson como el solista masculino con más canciones número uno en la historia del Billboard Hot 100, con 13 temas que encabezaron las listas.
Lamar, cuyo lirismo conmovedor abarca desde ideas personales hasta cuestiones sistémicas como las relaciones raciales y la pobreza estructural, ha sido frecuentemente llamado la voz de una generación.
La competencia amistosa se ha deteriorado hasta convertirse en púas abiertas, en un momento que «era inevitable», según el escritor de la revista Rolling Stone, Andre Gee.
«Las personas que no entienden su ruptura no han pasado los últimos 15 o 20 años queriendo ser considerados el mejor rapero de todos los tiempos», escribió.
El rap ha sido estrechamente identificado con amargas disputas entre sus principales estrellas durante décadas.
A principios de la década de 1990, estrellas como Tupac Shakur y The Notorious BIG se vieron envueltas en una alardeada rivalidad (incitada por los promotores) entre el hip hop de la costa este y el hip hop de la costa oeste.
Si bien esa disputa terminó en violencia y tragedia, la disputa de hoy, confinada a letras y publicaciones en las redes sociales, parece haber despertado el apetito de algunos aficionados al rap por más «diss tracks».
«Nadie puede adivinar hacia dónde irá esto a partir de ahora, con ambos raperos clavándose y disparando a voluntad para cerrar un fin de semana histórico de hip-hop», escribió Billboard.
