En opinión de Jesús Michel Narváez
Operación limpieza … ¿de qué?
Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Hay dos operativos u operaciones: enjambre y limpieza. Los puso en marcha, aunque no se reconozca, el gobierno federal en “atención” a las amenazas del presidente electo de Estados Unidos.
Enjambre expone una nueva actitud gubernamental en tornó a la investigación, seguimiento y persecución de los integrantes de cárteles, específicamente los de JNG y Sinaloa, que también invaden el sureste del país particularmente a Chiapas y ha modificado el “paradigma” obradorista al pasar de abrazos, no balazos, a balazos y sin apapachos para tratar de recomponer lo descompuesto por la presunta protección del gobierno anterior a los grupos criminales.
Limpieza tiene el tufo del miedo y consiste en “descubrir” los sitios en donde se almacenan las mercancías provenientes de Asia, primordialmente de China y se adereza con productos y artículos provenientes de Vietnam, Tailandia, Taiwán, Indonesia, Bangladesh y Malasia.
¿Algún mensaje de respuesta “rápida” a las amenazas del republicano que será ungido dentro de 31 días como el inquilino despido y ahora regresa a la Casa Blanca?
La presidenta mexicana lo niega y, sin embargo, confiesa que la relación con Estados Unidos es de “cooperación, no de sumisión”, lo que equivale a atender las instrucciones de quien será su dispar -por la correlación de fuerzas políticas y económicas- y pretende gobernar por los siguientes 4 años.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía y en funciones de policía aduanero, lleva en su cuenta “cuatro cuantiosos” decomisos de artículos chinos y casi del total del Continente Asiático, que, según sus propias palabras, nada tienen que ver con la exigencia de detener las importaciones legales e ilegales de productos de la región.
En Sinaloa, sin tratarse del Enjambre, el coordinador del “Plan para pacificar el país”, anuncia un día con otro la aprehensión de “importantes operadores” del dividido cártel del Pacífico (Sinaloa) y sin embargo los jefes de ambos bandos siguen gozando de la impunidad que otorgó y se mantiene el que ¿se fue? durante seis años. Se ignora en donde se encuentran los 3 mil detenidos en las últimas dos semanas.
Hay avances y no hay forma de negarlos. Omar García Harfuch hace su trabajo, pero en condiciones que ni sus equipos de inteligencia logran dar el certero golpe. Es decir, la detención de las cabezas de los que encabezan las facciones de lo que antes representaba el más poderoso cártel criminal. Es historia ampliamente conocida.
Lo que ahora llama la atención de la “preocupación” del “doblado” titular de Economía, quien está bajo los reflectores de todos los decomisos de artículos asiáticos que ingresaron al país.
Llama “operación limpieza” el programa que puso en marcha y que inició con la clausura y búsqueda de extinción de dominio del edificio ubicado en Izazaga 89 en donde hay oficinas del Sistema de Agua de la Ciudad de México desde que fungió como jefe de la Jefatura de Gobierno de la Capital del país, siguió con Sonora, gobernada por el gobernador Alfonso Durazo y al mismo tiempo presidente del Consejo Político de Morena y “supervisor general” de Litomex; la oposición no podía salvarse y en Coahuila, el siguiente golpe que fue coronado con el de este jueves en Ensenada -municipio de Baja California gobernado por Morena-, en donde se decomisaron 300 mil artículos con un valor de 320 millones de pesos.
En los dos gobiernos de Morena hay un paradigma: atacar los problemas de raíz.
Por cuanto a los caos de contrabando de mercancías provenientes de Asia, se festina el “descubrimiento” de lo almacenado pero, Ebrard, ávido de demostrar que aplica su programa para satisfacer el apetito trumpiano, se queda en la superficie y n va “a la raíz del problema”. Que tiene un solo nombre: aduanas.
Se lava el rostro y comienza por anunciar la revisión de los agentes aduanales que falsifican los certificados que hacen legales las importaciones mayormente de China.
¿Dónde queda la administración y resguardo de las aduanas?
Si no estamos mal informados, es la Marina, su personal, la que tiene la responsabilidad de decomisar o cuando menos retener las mercancías, provengan de donde provinieren, hasta en tanto no se demuestre la legalidad de la importación.
Aunque la inteligencia artificial está peligrosamente avanzada, no parece ser el mecanismo para que ingresen toneladas, miles de toneladas de mercancías, productos, percusores y armas al país sin que nadie se dé cuenta.
Si de limpieza se trata, hay que, a la raíz del problema, señor Ebrard.
Sin negar la probable honorabilidad y honestidad de los mandos y tropas de Marina en las aduanas, no se pueden extender cheques en blanco y con la firma de los emisores. Tampoco son ni deben ser intocables.
Porque la limpieza debe comenzar por las aduanas.
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