Hablando un poco de cine, ¿sabemos quién es el que logra que una película tenga éxito o sea un churro?
El director…
Pero el director no es un experto en todas las especialidades ni sabe operar cada una de las máquinas que se utilizan. Solo supervisa y vigila que cada uno de los expertos que él escogió tengan los conocimientos para hacer bien su trabajo.
En la producción de las películas, este señorcito siempre está atrás de todos: Atrás del camarógrafo, del iluminador, del editor, del sonidista, del guionista y de los actores. Su éxito depende de saber escoger a los mejores de cada ramo de la producción.
También así funcionan los negocios y las empresas, el director hace lo mismo, solo escoge al mejor equipo y desde atrás organiza la operación de todo y de todos.
Peeeero por una extraña razón, la mayoría de los gobiernos no funcionan así: El director (que en política se llama presidente) normalmente es un ególatra que se cree ser el todopoderoso.
Un presidente inteligente debería trabajar como un director y no querer ser la estrella de la película. En muchos países estamos hartos de tener un “reyecito” que cree tener la solución de todos los problemas… que ni siquiera entiende.
Si queremos vivir en un país libre, seguro y progresista tenemos que romper paradigmas, tenemos que elegir candidatos que se apoyen en expertos reconocidos. Candidatos que propongan un nuevo sistema de gobierno que elimine el poder absoluto depositado en un solo hombre.
Desde su campaña, el candidato a la presidencia debería ir a cada Estado acompañado de un candidato a la gubernatura que conozca los problemas de ese lugar y que sabe cómo resolverlos
Y su campaña a nivel nacional, debería hacerla con las personas que serían los secretarios de Estado, para ir tocando cada uno de los problemas y las soluciones de seguridad, salud, justicia, comunicaciones, medio ambiente, agricultura, ganadería, economía y todos los demás temas que serían propuestos por cada experto, no por el candidato a presidente.
El sistema de un superhombre que tiene la solución de todos los problemas es un absurdo colosal.
Requerimos un candidato que nos presente a un equipo de expertos que tomen decisiones de manera lógica y eficiente. No necesitamos un candidato que quiera ser el que sabe todas las soluciones y sea el único que aparece en la pantalla.
Necesitamos que sea un director…
Que esté atrás de todo su equipo.
