El director ejecutivo de Telegram dijo el jueves que la compañía de redes sociales apelará la decisión de un juez brasileño de bloquear el acceso a su plataforma en Brasil por no entregar datos sobre la actividad neonazi y afirmó que el cumplimiento era «tecnológicamente imposible». Cuenta de Telegram, Pavel Durov dijo que cuando las leyes locales o los requisitos inviables se oponen a la misión de su empresa, «preservar la privacidad y la libertad de expresión en todo el mundo», a veces tiene que abandonar los mercados.
Telegram ha sido bloqueado en el pasado por gobiernos, incluidos Irán, China y Rusia, mientras que en este último país los partidarios del Kremlin lo han empleado como arma digital en la guerra de conquista del presidente Vladimir Putin en Ucrania.
Durov dijo que el juez federal brasileño que ordenó la suspensión el miércoles «pidió datos que son tecnológicamente imposibles de obtener para nosotros». Afirmó estar defendiendo el «derecho a la comunicación privada» de los usuarios brasileños, pero no dio más detalles.
Los usuarios de Telegram pueden publicar públicamente en los canales que crean o unirse, o comunicarse de forma privada.
La oficina de prensa de Telegram, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico por The Associated Press o enviadas a través de la aplicación a un representante de medios de la empresa.
Además de ordenar el bloqueo de Telegram, que fueron aplicados a los proveedores de internet y operadores inalámbricos brasileños, el juez fijó una multa diaria de unos 200.000 dólares por incumplimiento, Durov no dijo si Telegram tiene la intención de pagar.
El fallo de un tribunal federal en el estado de Espírito Santo dijo que «los hechos mostrados por las autoridades policiales muestran un claro propósito de Telegram de no cooperar con la investigación». La policía está especialmente interesada en el contenido de Telegram relacionado con la violencia escolar.
El desarrollo se produce cuando Brasil lidia con una ola de ataques escolares, incluido uno en noviembre en el que un hombre con una esvástica clavada en su chaleco mató a tiros a cuatro personas e hirió a 12 en la pequeña ciudad de Aracruz en el estado de Espírito Santo.
El gobierno federal de Brasil se ha esforzado por erradicar la violencia escolar con un enfoque particular en la supuesta influencia nefasta de las redes sociales.
El año pasado, un juez de la Corte Suprema de Brasil ordenó el cierre de Telegram en todo el país, argumentando que había ignorado repetidamente las solicitudes de cooperación. Después de cinco días de bloqueo, Telegram se disculpó y afirmó no haber recibido las comunicaciones de la corte.
